PRISIÓN PROTESTAS
Los sindicatos exigen modernizar la cárcel de Lleida, que 'se cae a trozos'
Concentración con un centenar de funcionarios y trabajadores contra las agresiones
Un centenar de funcionarios y trabajadores del Centre Penitenciari Ponent se concentraron ayer ante las puertas del centro para exigir al departamento de Justicia que modernice de forma urgente una prisión “obsoleta” y tome medidas para acabar con las agresiones, que contabilizaron en más de un centenar solo el año pasado.
Para simbolizar las recientes agresiones que han sufrido por parte de presos extendieron varias camisas del uniforme manchadas con salsa de tomate. Modesto Berciano, del sindicato CSIF, recordó que han pedido la dimisión de la consellera de Justicia, Gemma Ubasart, y del secretario de Medidas Penales, Amand Calderó, al considerar que “son dos personas prescindibles”. Recordó dos agresiones recientes muy graves, como la agresión sexual a una funcionaria o el intento de asfixia a otro por parte de internos en Ponent, y exigió “un giro de 180 grados” ante una situación que calificaron de “insostenible”. Según Berciano, “nos jugamos la vida”. Por su parte, Miguel Ángel Sánchez, de UGT, afirmó que los sindicatos llevan años movilizándose para pedir cambios en la cárcel de Lleida. “Es el centro más antiguo de Catalunya, no tiene previsto ningún tipo de remodelación y seguimos igual que hace 10 años”, destacó. Asimismo, denunció la falta de plantilla y calculó que con 25 funcionarios más podrían cubrir las necesidades. Sobre una nueva prisión, señaló que la prioridad es actualizar Ponent y en un futuro plantearse un nuevo centro. Según UGT, el año pasado las agresiones aumentaron un 30%. Entretanto, Jordi Uceda, de CCOO, pidió la construcción de una nueva prisión al señalar que “la de Lleida se cae a trozos y es el cajón desastre de Catalunya”. Para Uceda, falta personal y hay abandono por parte de la administración.