La reforma que nunca llega

Los seis paradistas que quedan del mercado municipal de Ronda-Fleming (que llegó a tener hasta una treintena) llevan años esperando su reforma, pero cada vez tienen más dudas sobre su viabilidad. Ya sea por el tiempo que durarían las obras como por las condiciones del alquiler de paradas, algunos ya abogan por actuaciones puntuales para seguir abiertos, mientras que otros dicen que una vez las máquinas empiecen a trabajar se jubilarán.

El presidente de los paradistas, Jaume Soria, asegura que seguirán en el mercado una vez esté acabada la reforma y que “la Paeria dice que este año quiere iniciar la reforma y no sabemos más, pero el estado del mercado es tan lamentable como siempre, se debería arreglar la puerta del parking y abrirlo, ya que lleva meses estropeada y atraería clientela”. Una opinión que comparte, Rafa Garrido, que regenta una pollería y que no tiene prisa para la reforma. “Las obras pueden durar uno o dos años y tocará ver si sale rentable seguir con las condiciones que presenten”, avisa Garrido, que admite que “el mercado da pena, pero tengo clientela fija y la reforma no me urge”.Otros abogan por hacer pequeñas actuaciones antes que una gran reforma que les obligue a cerrar. “Lo que genera problemas es tener que buscarnos la vida mientras dure la reforma y por ello planteamos concentrar las paradas abiertas en un punto del mercado, tabicar el resto y hacer inversiones para mejorar las paradas, el suelo del mercado, la iluminación y reabrir el parking”, dice el carnicero Josep Forcada. Una opinión que suscribe Juana Arroyo, que lleva una mercería y remarca que “ahora mismo somos tan pocos que no podemos pagar ni la calefacción, deben alquilar más paradas”, y añade que una vez empiece la reforma lo más probable es que se jubile.Por su parte, la edil de mercados, Pilar Bosch, dijo ayer que los paradistas seguirán en Ronda hasta que empiece la reforma y que este mes presentarán su modelo de mercados con su Plan de Acción Municipal.