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TRIBUNALES

A juicio los detenidos en las Garrigues y otros puntos del Estado el 2020 vinculados a la supremacía blanca

La Audiencia de Lleida acogerá la vista y se les acusa de los delitos de odio, tenencia de armas y contra la salud pública

Imatge del material en poder dels detinguts

imagen de archivo del lugar donde se produjeron dos detenciones en la Pobla de Cèrvoles por tenencia de armas y enaltecimiento del terrorismo racista. M.E.

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La Audiencia de Lleida ha señalado para el jueves 18 de enero el juicio a las cuatro personas que fueron detenidas en la Pobla de Cérvoles, el Campello (Alicante), Ronda (Málaga) y Pamplona entre septiembre y diciembre de 2020 en una operación policial de ámbito estatal vinculada a la supremacía blanca. 

La fiscalía los acusa de los delitos de odio, tenencia ilícita de armas y contra la salud pública. El ministerio público solicita para cada uno de los delitos penas que oscilan entre los 2 años y 4 meses y los 3 años y medio de prisión. También impone a los procesados multas que en el mayor de los casos llegan a los 120.000 euros así como la prohibición de tener armas o ejercer profesiones docentes, entre otros.

En concreto, el ministerio fiscal considera que parte de los procesados defendían la supremacía blanca a través de Internet o canales de mensajería instantánea con la publicación de mensajes que "denigraban a personas para no ser de raza blanca, heterosexuales, europeas o tener discapacidad o profesar determinadas religiosas, llegando a pedir la exterminación de alguna de ellas", según el escrito de acusación. De hecho, la policía detectó mensajes de los acusados enalteciendo el asesinato supremacista de más de una cincuentena de personas en Christchurch en el 2019 o documentos sobre Adolf Hitler.

Así, dos de los procesados vivieron durante unos meses en dos casas rurales en la Pobla de Cérvoles para crear, según los investigadores, "comunidades blancas" aisladas y autosuficientes en entornos rurales. Estos grupos se tenían que abastecer de armas y prepararse para lo que denominaban "la guerra racial". Según el fiscal, dispusieron de la ayuda de otro de los acusados para obtener una finca para desarrollar un cultivo de marihuana a la zona, el cual les permitiera reunir fondos económicos para materializar sus planes supremacistas.

La policía intervino en el marco de la operación diferentes armas como una espada, puños americanos, machetes, cuchillos o munición ilegal.

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