Acepta 8 años por violar a una joven con discapacidad en la canalización del río en Lleida

Un joven de 23 años reconoció ayer ante la Audiencia de Lleida que el 13 de diciembre de 2020 violó a una chica con discapacidad en la canalización del Segre y le robó el móvil para que no lo contara. En prisión preventiva desde hace un año, el acusado afirmó que estaba arrepentido. Este reconocimiento de los hechos y el hecho de que haya consignado 50 euros como adelanto de la indemnización a la víctima hicieron que la Fiscalía rebajara la petición de prisión de 17 a ocho años. La defensa se adhirió a esta petición y será ahora el tribunal el encargado de fijar la sentencia.

Los hechos tuvieron lugar la tarde del 13 de diciembre del año 2020 después de que el acusado y la víctima estuvieron hablando durante unos días mediante mensajes y por teléfono. Fueron a pasear por la canalización del río Segre y, contra la voluntad de la chica, la agredió sexualmente y le robó el móvil para que no lo explicara. A preguntas de la fiscal, el acusado reconoció que la violó y que sabía que la joven tenía una discapacidad –reconocida del 55%–. La joven, que está tutelada por una fundación, acudió al domicilio y explicó a los responsable lo que le había ocurrido. Dos de sus tutores afirmaron ante el tribunal que les contó que la habían forzado y le habían robado el móvil por lo que activaron el protocolo en este tipo de casos.

Por su parte, los dos responsables de los Mossos d’Esquadra que se encargaron de la investigación relataron que la víctima les indicó el lugar exacto donde se había producido la violación, donde hallaron una marca de una suela de zapato que coincidía con los del acusado. El joven fue detenido y negó los hechos y que conociera a la joven. Quedó libre con cargos. Pero hubo una prueba determinante. Su ADN estaba en los restos biológicos hallados en las bragas de la víctima. En enero del año pasado ingresó preventivamente en prisión y acabó reconociendo los hechos. La fiscal, que inicialmente solicitaba 14 años por un delito de agresión sexual y otros tres años por un delito de robo con fuerza, hizo finalmente una petición de siete años por la violación y de uno por el robo al aplicar las circunstancias atenuantes de confesión –“ha favorecido al esclarecimiento de los hechos”, dijo– y al intento de la reparación del daño. Además, solicita una pena de libertad vigilada durante 10 años, periodo en el que tampoco podrá comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de la víctima, y que la indemnice con 7.000 euros. La defensa se adhirió. El juicio quedó visto para sentencia.