INCIVISMO LIMPIEZA URBANA
Los basureros de Lleida dicen basta
Los operarios de Ilnet denuncian el aumento de agresiones verbales e incluso físicas
Mientras cada vez más gente tira residuos y objetos a la vía pública
Las dos agresiones físicas graves sufridas en los últimos meses por operarios de la recogida de la basura son solo la peor muestra del creciente acoso en forma de insultos, de otras agresiones físicas menores y de falta de respeto que soportan los empleados de Ilnet. Así lo denuncian sus representantes sindicales que, además, subrayan que esto sucede mientras el vertido de residuos y de todo tipo de objetos en la vía pública no para de crecer. “Cada vez se nos falta más al respeto y cada vez Lleida está más sucia por culpa de la gente”, concluye el presidente del comité de empresa, Antonio Català. “Cuesta más hacer nuestra labor, pero continuaremos saliendo a la calle”, añade.
Català explica gráficamente lo que comporta que a diario el entorno de los contenedores se transformen en vertederos. “En la zona de la plaza Santa Maria Magdalena se tardaba un cuarto de hora en recoger los residuos y ahora se necesita una hora y media”, indica. Señala que los operarios soportan insultos y todo tipo de comportamientos incívicos.
Xavier Jofre, delegado sindical del servicio nocturno, detalla que le han robado dos veces la mochila que llevaba en el camión cuando había bajado del vehículo. También le han tirado huevos desde una ventana, y dice que en el entorno de la pequeña rotonda de Bisbe Ruano hay alguien que lanza objetos a los camiones. Indica que a veces hay personas que tiran residuos al lado de los basureros y luego exclaman: “limpia, que para esto te pagamos”. Él lleva 5 años trabajando y constata que la situación va a peor. La trayectoria de Català es mucho más larga, 33 años, y en este tiempo el cambio ha sido mayor. “Antes, el basurero era respetado, era como el cartero, si la gente veía a un niño tirando algo al suelo lo reñía, ahora no”, pone como ejemplo.
Al margen de los desechos fuera de los contenedores, los dos remarcan que solo una pequeña parte de los vecinos hace un buen uso del servicio gratuito de recogida de objetos voluminosos avisando antes por teléfono. Lo habitual es que los que se encuentran cada noche los operarios encargados de esta función como mínimo tripliquen los previstos. “Cada vez hay más maderas, y también armarios, sofás o butacas”, subraya Jofre.
Los dos coinciden en que otra acción incívica habitual es dejar la bolsa de la basura en las papeleras, principalmente en las áreas de Pardinyes y Balàfia con recogida puerta a puerta. Y Català apunta que Lleida sufre el efecto del puerta a puerta de otros municipios del Segrià. “Muchos vecinos que trabajan en la capital llevan la basura a los contenedores de los accesos; los de la carretera de Torrefarrera están siempre desbordados”, afirma. Català cree que a causa de las prórrogas de la concesión, “el servicio no está bien dimensionado”, pero insiste en que el incivismo es la principal causa de que las calles estén sucias.