LLEIDA
Los promotores denuncian que el precio que fija el Govern impide construir pisos sociales
Reclaman subir el tope en la capital para que sean rentables después de que el año pasado solo se iniciaran 66 en toda la provincia
Las viviendas comenzadas cayeron un 54% y las acabadas aumentaron
Los promotores inmobiliarios reclamaron ayer subir el tope de los precios de las viviendas de protección oficial en Lleida para que construirlas les genere “un mínimo de rentabilidad” después de que en todo 2023 solo se construyeran 66, la gran mayoría de iniciativa privada. Esta es una de las principales demandas que hizo la Associació de Promotors i Constructors Tècnics de Catalunya (APCE) durante la presentación del estudio de la oferta de vivienda en Lleida, en la que recordaron que el ayuntamiento de la capital pidió a la Generalitat en octubre pasar de la zona B a la A, lo que comportaría que el precio máximo del metro cuadrado en las viviendas sociales pase de 2.166 euros a 2.666. Al respecto, la presidenta de los promotores leridanos, Montse Pujol, dijo que “debemos hacer una revisión de los precios del módulo si queremos impulsar la construcción de vivienda de protección oficial, porque ahora mismo en Lleida no es rentable construirlas para el sector privado, no genera casi ningún tipo de beneficio”. Por su parte, el presidente de los promotores catalanes, Xavier Vilajoana, recordó que la revisión de precios de los módulos “está encima de la mesa de la consellera desde hace tiempo, porque está claro que a día de hoy no hay nadie que quiera hacer alguna promoción si no le genera rentabilidad, por mínima que sea”. Aún con todo, recordó que “el sector privado sigue siendo el principal constructor de pisos de protección oficial en Catalunya, con el 66% del total de las iniciadas en 2023”.
Por otro lado, Pujol detalló que el año pasado se inició la construcción de 350 viviendas de obra nueva en Lleida, un 54% menos que en 2022, “lo que incrementa el déficit de vivienda que hay respecto a la demanda”, mientras que las acabadas alcanzaron las 934, un 45% más que en el ejercicio anterior. A su vez, actualmente hay 382 viviendas en venta, la gran mayoría de las cuales son de nueva construcción (364) y solo 18 proceden de rehabilitaciones, una cifra “muy baja que nos debe hacer reflexionar para revertirla”, dijo Pujol, que recordó que suponen el 4,7% de las viviendas nuevas en venta.