LLEIDA
Tres edificios de Cavallers en ruina desde casi un año, aún sin derribar
Son los números 34, 36 y 38, que están así desde el pasado julio, y uno es municipal
El ayuntamiento amenaza con multar a su empresa de Agenda Urbana
Tres edificios de la calle Cavallers se encuentran en estado de ruina económica desde el pasado mes de julio y su derribo todavía no se ha producido. Se trata de los números 34, 36 y 38 y el primero es propiedad de la Empresa Municipal de Agenda Urbana (EMAU), mientras que los otros dos son de particulares y todos se encuentran deshabitados y con sus accesos tapiados. El consistorio lleva desde el pasado verano instando tanto a la EMAU como a los titulares de los otros dos bloques a que presenten cuanto antes su proyecto de derribo para llevarlo a cabo, advirtiéndoles de que si no lo hacían lo ejecutaría de forma subsidiaria. En el caso del bloque propiedad de la EMAU, su gerente solicitó en agosto una prórroga de dos meses porque todavía no se había constituido la junta de este ente público y porque el período estival “dificulta la contratación” del derribo. La prórroga fue aceptada por la Paeria, pero el pasado enero la EMAU volvió a pedir una prórroga de dos meses, ya que la demolición “tiene una complejidad extraordinaria debido a la ubicación del edificio y dada su relación con los edificios anexos”. Sin embargo, en este caso la Paeria desestimó la propuesta porque no presentó la documentación justificativa necesaria para aceptar esta ampliación, por lo que el pasado 30 de enero informó a la EMAU que no aceptaba su solicitud y le daba diez días para presentar el proyecto de derribo o de lo contrario podría ser sancionada.
Cabe recordar que el anterior gobierno municipal tenía previsto derribar estos tres edificios, que están justo delante del Parador, para hacer un acceso al barrio judío, también denominado como Call o la Cuirassa. En este sentido, este diario ha podido saber que la demora en los derribos se debe a que la EMAU está negociando con los propietarios de los números 36 y 38 para ejecutarlos de forma simultánea, pero todavía no habrían llegado a un acuerdo para llevarlo a cabo.
El 14 de febrero un bloque de la calle Boters que estaba siendo derribado subsidiariamente por la Paeria colapsó poco después de que los operarios salieran. Era de un particular y estaba declarado en ruina económica.