LLEIDA
La UdL investiga la relación entre la microbiota y el envejecimiento
Con el objetivo de conseguir una vejez saludable a través de cambios en la dieta
Definir el proceso del envejecimiento molecular humano y tipificar los cambios normales que se producen con la edad es el primer objetivo de una ambiciosa investigación sobre la microbiota que pretende descubrir la relación entre las reacciones del conjunto de microorganismos del cuerpo humano y la mejora de funciones del cerebro como la memoria y el aprendizaje, así como con la aparición de patologías cardiovasculares, neurodegenativas o incluso cáncer. El estudio, liderado por el Instituto de Investigación Biomédica de Girona Dr. Josep Trueta (IDIBGI), ha contado con la colaboración del catedrático de la facultad de Medicina de la Universitat de Lleida (UdL) Reinald Pamplona, la profesora Mariona Jové e investigadores del Instituto de Investigación Biomédica IRBLleida.
La investigación, iniciada en 2017 con financiación de la Generalitat, se ha llevado a cabo a partir de 1.030 muestras de personas de 50 a 90 años recogidas en el IRBLleida y en el IDIBGI. “Hicimos todo tipo de análisis, como resonancias magnéticas en todo el cuerpo, extracciones de sangre y heces, así como tests de memoria, alimentarios o psicológicos”, explica Pamplona. Así, los investigadores disponen de un “volumen extraordinario” de datos “con los que podremos seguir explorando”, asegura. Asimismo, señala que el Instituto de Girona prevé ampliar la investigación a personas de 18 a 50 años.
La meta final del estudio es “conseguir un envejecimiento saludable” a través de la prevención, señala el investigador. “Si conseguimos comprender el vínculo entre la microbiota intestinal y el cerebro, podría abrirse la puerta a crear terapias para trastornos cognitivos basadas en la modificación de la microbiota a través de cambios en la dieta”, destaca el jefe del grupo de Nutrición y Salud del IDIBGI, José Manuel Fernández-Real. Una primera evidencia que la investigación afirma es que como más altos sean los niveles de ferritina (proteína que almacena el hierro) en la sangre, más grande será la regulación de las bacterias que perjudican las funciones ejecutivas del cerebro, responsables de habilidades como la memoria.
Microorganismos vivos que afectan a las células
La microbiota y el microbioma hacen referencia al conjunto de microorganismos vivos residentes en un nicho ecológico, como el intestino humano (flora intestinal). Los humanos tenemos billones de microorganismos en el cuerpo “y no pueden pasar desapercibidos”, afirma Pamplona, que explica que los compuestos que generan y pasan a la sangre pueden afectar positiva y negativamente al comportamiento de las células. “Su magnitud es tal que se contempla como un órgano adicional”, concluye el catedrático.