Lleida puede cuantificar el 87% del agua que sale de la red, una capacidad superior a la media estatal
Larrosa destaca los casi 3 millones de euros invertidos en los últimos años y dice que hay que avanzar en la digitalización del servicio
Casi el 87% del agua que sale de la red de distribución en Lleida se puede detectar y cuantificar, un rendimiento superior si se compara con la media del resto del estado español, que se sitúa en torno al 60 y el 70%. Eso no significa, sin embargo, que el agua restante se pierda, sino que no hay los mecanismos para cuantificarla de manera eficiente, ha explicado el responsable de Sostenibilidad de Aqualia, Zouhayr Arbib, en el II Foro del Agua que este jueves ha reunido a más de una cincuentena de expertos e instituciones en Lleida. El alcalde, Fèlix Larrosa, ha destacado las inversiones de unos 3 millones de euros en los últimos años en materia de mantenimiento y mejora de la red de agua y ha dicho que hay que avanzar en el "reto de la digitalización".
El foro ha contado con dos intervenciones destacadas por parte de dos expertos en el ciclo del agua. El director del Catalan Water Partnership, Xavier Amores, ha destacado que el encuentro ha abordado en especial la digitalización y la reutilización del agua.
Por su parte, el responsable de Sostenibilidad de Aqualia, Zouhayr Arbib, ha afirmado que Lleida "es un ejemplo claro" de ciudad que ha hecho "una buena gestión de la red" del agua, en materia de inversiones. "Se detectan fugas y se reparan. Esta es la forma de mitigar estas pérdidas", ha dicho Arbib, que ha valorado que esta manera de hacer ha conseguido tener un rendimiento de la red de un 87%.
Sobre estos datos, el concejal jefe, Fèlix Larrosa, ha destacado los casi tres millones de euros que la ciudad ha invertido en los últimos años en la mejora y renovación de la red potable y alcantarillado. "Estamos al 87% y tenemos que avanzar todavía más. Y eso quiere decir que tenemos más retos por anticipado como la digitalización", ha indicado. Larrosa también ha sacado pecho del consumo de agua en la ciudad, que desde 2006 ha pasado de 330 litros por persona y día a 197. "Estamos mejor que otras zonas que están en fase de emergencia, y ha atribuido la bajada a la "clarísima optimización de la gestión del agua" seguida de la mayor concienciación de la ciudadanía.