LLEIDA
Un jefe de Correos de Lleida declara que vio a una empleada abriendo un paquete
A la acusada, que lo niega, le piden 2 años de cárcel y 9 de inhabilitación
Abrir un paquete le puede suponer hasta dos años de cárcel y nueve de inhabilitación a una exempleada de Correos de Lleida. La mujer fue juzgada ayer ante la Audiencia como presunta autora de un delito de descubrimiento y revelación de secretos. La Fiscalía solicitó una condena de un año y 9 meses de cárcel, así como una multa de unos 4.800 euros.
Por su parte, la abogada del Estado –que ejerce la acusación particular al representar a Correos– elevó la petición hasta los dos años, nueve de inhabilitación y la imposición de la multa. Precisamente, esta petición de la abogada del Estado es lo que ha provocado que el caso sea juzgado por la Audiencia y no por un juzgado de lo Penal.
La vista oral duró apenas una hora y solo declararon la acusada y su jefe, que fue la persona que denunció los hechos, que ocurrieron el 29 de noviembre de 2021 en el centro logístico, en el polígono industrial Entrevies. El responsable afirmó que días atrás había detectado otros paquetes abiertos en secciones en las que la acusada había trabajado. “Era la hora del almuerzo, todos los trabajadores se fueron a comer o al servicio pero ella no. Fue a la zona de los paquetes. Yo entré por otra puerta y observé cómo lo cortaba un paquete con un cúter”, declaró. Añadió que “al ser sorprendida me dijo ‘solo miro lo que hay dentro’”.
En el interior había un teléfono móvil. En cambio, la acusada negó que abriera este u otros paquetes. Afirmó que uno de ellos se abrió de forma “accidental” cuando intentaba “despegarlo con un cúter de otra caja a la que estaba enganchado por una solapa”.
Afirmó que “me puse nerviosa por la manera en la que me habló el encargado”. Preguntada por si su intención era saber qué había dentro, la mujer respondió: “Para nada”. Aseguró que llevaba 20 años trabajando en Correos “con un currículum excepcional” y que no tenía “ninguna intención” de abrir paquetes.
En las conclusiones, la fiscal y la letrada del Estado reiteraron que la acusada incurrió en un delito de descubrimiento y revelación de secretos y que fue sorprendida por su responsable. En cambio, la defensa pidió la absolución.
La abogada afirmó que en el supuesto de que abriera el paquete, no hubo dolo. Además, afirmó que deben prevalecer la presunción de inocencia y el principio in dubio pro reo (en caso de duda, a favor del acusado).