LLEIDA
El parking de la plaza Sant Joan, pionero en Lleida
Fue el primer subterráneo y también estrenará ahora la gestión municipal
El aparcamiento subterráneo de la plaza Sant Joan pasará mañana a estar bajo gestión de la Paeria por primera vez desde su inauguración en 1977. Un equipamiento que ha sido clave para el Eix Comercial y Rambla Ferran, pero cuyas obras de construcción, marcadas por la aparición de restos arqueológicos, fueron más que complicadas.
El aparcamiento de la plaza Sant Joan pasará a estar bajo gestión directa del ayuntamiento por primera vez en su historia tras finalizar la concesión con Interparking Lleidatana SA. Fue el primer parking subterráneo de la ciudad, inaugurado en 1977 y promovido por la sociedad Aplesa y un equipamiento clave para la movilidad de esta zona del centro urbano, además de dar servicio a los comercios del Eix y a las empresas de Rambla Ferran. Ahora también será el primero en estar bajo gestión de la Empresa Municipal de Agenda Urbana (EMAU). Como medida inicial, revertirá la subida de tarifas que la hasta ahora concesionaria aplicó a principios de año y volverá a las de 2023, y hará obras puntuales (ver página siguiente). Sin embargo, a pesar de que a día de hoy nadie duda de la importancia de este aparcamiento para esta zona de la ciudad, sus inicios fueron polémicos y muy complicados.
Su construcción era una actuación que fue muy demandada en los años sesenta por comerciantes, vecinos y los círculos económicos de la capital ya que, en pleno proceso de expansión y consolidación del automóvil, veían que apenas había espacios donde aparcar en el centro. El alcalde durante los últimos años del franquismo, Miquel Montaña, anunció que pondría fin a este deficit y a finales de 1974 empezaron las obras, que supusieron el punto y final de la antigua plaza Sant Joan, que tenía árboles y jardineras y acogía mercados y actividades culturales. Sin embargo, el 28 de abril de 1975 las obras se paralizaron sine die al hallarse unos restos arqueológicos que primero se pensaron que eran de la antigua Ilerda romana, pero al final se demostró que eran de la iglesia románica de Sant Joan, que había sido derribada en la segunda mitad del siglo XIX para ampliar la plaza. Fue entonces cuando surgieron dos bandos: los partidarios de reubicar los restos y seguir las obras del parking, con las asociaciones de vecinos y las patronales económicas, sociales y comerciales de la ciudad, que veían estos restos “carentes de interés turístico”; y los que abogaban por mantenerlos tal y donde estaban, con el Colegio de Arquitectos, la facultad de Letras, los centros culturales de Lleida y diferentes municipios de la provincia como principales defensores. Los balcones de los edificios de la plaza se llenaron de pancartas en contra los restos arquitectónicos, a los que culpaban de bloquear las obras y pedían “amnistiarlos” para poder sacarlos de allí. Finalmente, se optó por una decisión salomónica: mantener los restos donde estaban a costa de reducir la capacidad del parking. Las obras se reanudaron y el aparcamiento fue inaugurado en 1977, con bendición religiosa incluida. Pero el conflicto sobre los restos se alargó todavía más, concretamente hasta 1982, cuando se presentó el plan para integrarlos en la nueva plaza Sant Joan.
El hallazgo de unos restos obligó a detener durante varios meses las obras de construcción del parking La nueva aplicación de la zona azul permitirá pagar el estacionamiento en este parking subterráneo
La Paeria reducirá tarifas y hará obras para mejorar sus servicios
Una de las primeras medidas que llevará a cabo el ayuntamiento una vez asuma la gestión del parking de la plaza Sant Joan será revertir la subida del 5,6% de sus tarifas que la concesionaria aplicó a principios de año. Así lo aseguraron tanto la teniente de alcalde de Gestión de la Ciudad, Begoña Iglesias, como el gerente de la Empresa Municipal de Agenda Urbana (EMAU), Samuel de la Fuente, que detalló que la previsión de ingresos que tienen solo con este aparcamiento es de 374.985,73 euros al año. “Si hubiéramos optado por mantener las tarifas actuales la diferencia sería de apenas 18.000 euros”, señaló De la Fuente, mientras que Iglesias defendió que con la gestión pública “la prioridad será prestar el mejor servicio posible y no el beneficio económico”. En este sentido, Iglesias dijo que municipalizar el parking “fue una decisión ideológica que también estaba avalada económicamente al ser un equipamiento que no necesita de mucho personal para su gestión durante el día a día y es clave para el Eix y Rambla Ferran”.
Los tres trabajadores de la concesionaria pasarán a formar parte de la plantilla de la EMAU, que también llevará a cabo trabajos de mejora en las próximas semanas. Iglesias detalló que se instalarán luces de detección de ocupación de plazas, habilitarán un espacio para poder estacionar bicicletas y patinetes eléctricos, detectarán y eliminarán los puntos más oscuros para mejorar la seguridad y revisarán las dimensiones de las plazas. Una de las novedades más llamativas de esta gestión municipal del parking es que se podrá pagar el estacionamiento a través de la nueva aplicación de la zona azul. Al respecto, De la Fuente señaló que están ultimando la redacción del pliego de cláusulas administrativas para poder incorporar esta posibilidad.La teniente de alcalde dijo que el de Sant Joan será el primer parking bajo gestión municipal, pero no será el último. Y es que la previsión del gobierno es que la EMAU vaya asumiendo los de Blondel, Blas Infante y Ricard Viñes a medida que se vayan acabando sus concesiones. “La municipalización tanto de la zona azul como este parking ha sido fácil y positiva para la ciudad y queremos seguir así”, zanjó Iglesias.