Adesma firma este jueves la compra del edificio de los 'frarets' de Lleida, donde prevé un centro de día

La Fundació Privada Adesma ha cerrado finalmente la compra del edificio de la calle Vila Antònia que hasta agosto de 2022 fue la sede en la ciudad de la orden de los frailes franciscanos (conocidos como los ‘frarets’) y mañana tiene previsto firmar la operación en un acto programado en estas mismas dependencias, según confirmó ayer el presidente de la entidad, Xavier Castán. 

Tal como publicó este diario, la fundación tenía la intención de adquirir este inmueble para poder ampliar las instalaciones de su residencia geriátrica, denominada Sant Antoni de Pàdua y ubicada justo al lado, y ofrecer así un mejor servicio. La iglesia queda fuera de la operación.

Castán no quiso precisar el importe de la compra, pero indicó que ha supuesto “un esfuerzo importante” para la fundación Adesma. Asimismo, detalló que el objetivo es utilizar el ‘nuevo’ edificio para habilitar un gran centro de día de unas cincuenta plazas. Señaló que el actual geriátrico ya tiene uno, pero con una menor capacidad, puesto que centran su servicio básicamente en plazas de residencia (dispone de 89). El año pasado, la entidad llevó a cabo mejoras en sus instalaciones, como la reforma de la segunda planta y la renovación de ascensores y calderas.

La decisión de cerrar el convento y el santuario de los ‘frarets’ de la calle Vila Antònia fue tomada en abril de 2022 en el Capítulo Provincial (reunión que se lleva a cabo cada tres años para tomar medidas). 

Entonces se acordó también el traslado de los cuatro frailes que quedaban, dos de los cuales fueron a Barcelona y a Albacete los otros dos. La decisión fue motivada por la falta de vocaciones y el 28 de agosto de ese año el santuario de Sant Antoni de Pàdua celebró la última misa, a la que asistieron más de un centenar de feligreses, que se despidieron de los cuatro frailes que seguían entonces en la ciudad. 

Las instalaciones quedaron cerradas y Adesma Fundación Privada ha negociado durante este tiempo la adquisición de las instalaciones de la orden, excepto el santuario. Los franciscanos se instalaron en Lleida en el año 1217, de modo que la orden ha estado en la capital del Segrià durante ocho siglos. El primer convento e iglesia se construyó en la actual plaza Ricard Viñes.