El barrio de Cappont de Lleida exige acabar con la plaga de palomas de Doctora Castells

La asociación de vecinos de Cappont reclamó ayer al gobierno municipal que tome medidas para acabar con la plaga de palomas que hay en la calle Doctora Castells, cuyas heces “dejan los bancos inservibles, las calles sucias y perjudica a los negocios de toda la rambla”. Así se lo hizo saber la presidenta vecinal, Veni Ros, al alcalde, Fèlix Larrosa, durante su visita ayer por el barrio, y pidió solucionarlo antes de que llegue el verano “y haya más gente en las calles y terrazas”.

Esta problemática hace años que afecta al barrio y Ros señaló que “por mucho que limpien bancos y calles de forma recurrente, las palomas siguen defecando desde los árboles y debemos buscar una solución a medio y largo plazo, porque Doctora Castells es una vía muy concurrida y con muchos negocios y a medida que llegue el calor la cosa irá a más”. La plaga también afecta a otras calles como la avenida València y, en su momento, la asociación de vecinos criticó que había personas que les dejaban comida, lo que provocó un aumento de su población y, en consecuencia, de los excrementos en la vía pública. Además de Cappont, en otras zonas como Rambla Ferran y Ciutat Jardí han tenido problemas recientes con estas aves, que junto con las ratas, los mosquitos y las cucarachas, son las principales plagas que sufre la ciudad. Otra de las demandas que la asociación vecinal hizo a Larrosa fue mejorar el estado del aparcamiento disuasorio que hay junto al colegio Frederic Godàs, “que está lleno de baches y las últimas lluvias han empeorado su pavimento”, dijo Ros. En este terreno está previsto que se construya el instituto de Cappont, un equipamiento que el barrio lleva años reivindicando, pero su tramitación quedó parada por la convocatoria de las elecciones catalanas. Al respecto, Ros lamentó que “seguimos igual que hace cuarenta años”, y reclamó al gobierno municipal que presione a la Generalitat tras los comicios.Por otro lado, Ros dijo que Larrosa les presentó el proyecto de mejora de la calle Riu Ebre para convertirlo en una rambla verde. “Es un espacio que necesita más vegetación y sombras”, admitió la presidenta vecinal.