LLEIDA
Final del Ramadán multitudinario en Lleida con rezos en 5 lugares de la ciudad
En el pabellón 4 de la Fira, el de La Bordeta, el Juanjo Garra, la Mitjana y el Castell dels Templers
Las mujeres que acudieron, relegadas a espacios separados
La comunidad musulmana de Lleida celebró ayer de forma multitudinaria la oración del final del Ramadán a primera hora de la mañana de ayer. En la capital lo hicieron repartidos en cinco lugares: el pabellón 4 de la Fira de Lleida en Cappont, el parque de la Mitjana de Pardinyes, el pabellón de La Bordeta, en la explanada junto al Castell dels Templers de Gardeny y junto al pabellón Juanjo Garra del Secà de Sant Pere.
El punto que más fieles concentró fue el pabellón de la Fira, utilizado por la comunidad Ibn Hazm, que prevé abrir un oratorio en Cappont a finales de año. El recinto se llenó hasta los topes, así que también hubo fieles que oraron en el aparcamiento exterior. En el parque de la Mitjana rezaron más de 300 personas de la comunidad Shura, que tiene un oratorio en la calle Josep Pla, en Pardinyes. Un representante de esta comunidad explicó que siempre que se pueda es idóneo celebrar el fin del Ramadán al aire libre, así como la otra fiesta sagrada más multitudinaria, la del sacrificio. “En caso de lluvia, nos adaptamos”, añadió.
Respecto a la construcción de nuevos templos en la ciudad, este colectivo considera que es mejor abrir oratorios en los barrios y rechaza la opción de que haya una concentración en un solo gran templo. En cuanto al resto de ubicaciones, en Gardeny rezó la comunidad Alouma, en el Juanjo Garra la de Imam Malik y en La Bordeta la comunidad del barrio. Tanto en la oración de la Mitjana como en la de la Fira y también en otros lugares, las mujeres rezaron separadas de los hombres con unas vallas de obra que las ocultaban. En este sentido, el representante de la comunidad Shura aseguró que no se trata de un indicación explícita de la religión islámica, sino de una costumbre de hace siglos. “La religión sólo dice que las mujeres tienen que rezar detrás de los hombres porque, de lo contrario, la concentración para la oración no sería tan pura, pero no marca una separación física, se trata de una tradición”, argumentó.