LLEIDA
“Cuando me manoseó los pechos me quedé bloqueada y en shock”
El docente acusado de tocamientos a una exalumna dice en cambio que fue un masaje nada sexual
Fiscalía, Generalitat y denunciante solicitan 2 años de cárcel
Una joven aseguró ayer ante el juzgado de lo Penal 2 de Lleida que un exprofesor suyo le hizo tocamientos sin su consentimiento cuando tenía 17 años. Los supuestos abusos, por los que el acusado se enfrenta a dos años de prisión y a cinco de libertad vigilada, tuvieron lugar el 14 de agosto de 2020 cuando la denunciante acudió a casa del que entonces era docente en el instituto Màrius Torres para recoger unos libros que él le dijo que le regalaría, en un caso destapó SEGRE.
“Me invitó a pasar, me ofreció un refresco y charlamos un rato. Al ver que hacía varios gestos porque me dolía la espalda, me dijo que me podía hacer un masaje. No supe cómo reaccionar”, declaró la joven, que compareció protegida por una mampara. Añadió que “cogió un aceite. Estaba medio tumbada de espaldas cuando me levantó la camiseta, algo que me descolocó. Entonces me desabrochó el sujetador, empezó a darme un masaje y me manoseó los pechos desde la parte lateral. Me quedé paralizada y en estado de shock. Posteriormente, intentó ir hacia abajo, pero llevaba un cinturón en el pantalón y no pudo. Solo se me ocurrió decirle que tenía que ir al lavabo. Una vez a dentro, contacté con mi pareja y le dije que se hiciera pasar por mi madre para poder irme de allí”. El acusado reconoció todo lo ocurrido salvo los tocamientos. “No hubo nada sexual, ni magreo”, aseguró, aunque admitió que le había desabrochado el sujetador. “Ella hizo el gesto para quitárselo llevando una mano hacia atrás pero no pudo”, dijo. El docente afirmó que vio a la joven alterada cuando salió del lavabo. Precisamente, uno de los indicios que hay contra él los mensajes de WhatsApp que le envió posteriormente en los que preguntaba si se encontraba bien y en el que le decía que estaba “acojonado”. Preguntado sobre ello, afirmó que “se lo dije porque pensé que podría haber malinterpretado el masaje o estar en casa de un profesor”. En el juicio también declaró la pareja de la chica, que explicó que “estaba desolada, rota y con mucha ansiedad”. El agente de los Mossos que recogió la denuncia afirmó que “la noté afectada porque no se creía lo que le había pasado”. Sobre el bloqueo que sufrió la denunciante, peritos y forenses dijeron que podía ser compatible con la situación vivida. Por todo ello, la Fiscalía, la acusación particular y la Generalitat pidieron una pena de dos años de prisión, el mismo periodo de inhabilitación y otros cinco años de libertad vigilada. En cambio, la defensa solicitó la absolución al considerar que la acusación es falsa, que la denunciante se ha contradicho y no hay ninguna prueba.