Los claretianos dejan Lleida por sorpresa tras 140 años
Ayer anunciaron que en agosto dejarán la parroquia de Balàfia
Imatge d’arxiu de la parròquia
Los clarietanos anunciaron este domingo que dejarán la parroquia Sant Antoni Maria Claret de Balàfia y abandonarán Lleida, según informó la parroquia en un anuncio que causó sorpresa y desconcierto entre los feligreses. Fueron los propios presbíteros los que comunicaron su futuro al terminar la misa de este domingo. De esta forma, según informó la parroquia en internet y su perfil en Instagram, el Gobierno Provincial de los Claretianos de Catalunya ha decidido cerrar la casa que tienen en Lleida, lo que supone que los claretianos deben irse y, por tanto, dejarán de atender pastoralmente esta parroquia a finales de agosto. La decisión viene motivada por la carencia de personal. Los claretianos llevan 140 años en la ciudad: 90 en la calle La Palma y 50 en el barrio de Balàfia.
La sorpresa inicial dio paso a un gran desconcierto, de tal modo que la gente se resistía a abandonar el templo pidiendo explicaciones, razones, cómo quedará la parroquia, qué pasará con los locales parroquiales, quién tomará el relevo y un sinfín de preguntas. Varios de los presentes plantearon la posibilidad de movilizarse y reunirse con el obispo, Salvador Giménez, y con el Gobierno Provincial de los Claretianos para revertir esta decisión. Los feligreses lamentaron que se ha tomado una decisión sin consultarla con toda la comunidad parroquial. La noticia la dio el Provincial P. Juan Martín Askaiturrieta, en el Consejo Pastoral de la parroquia el pasado lunes 22 de abril. Así, para hoy está previsto un consejo parroquial extraordinario, al que asistirán varias personas que podrán exponer sus propuestas.
Más de media docena de congregaciones han abandonado las comarcas de Lleida en los últimos años. Es el caso de la Companyia de les Filles de la Caritat, Carmelitas Misioneras, los hermanos de la Salle de Mollerussa, la comunidad Missioneres Filles del Cor de Maria, Sant Joan de Déu de Almacelles, los frailes franciscanos (Frarets) y las Misioneras de la Inmaculada Concepción de Agramunt.
