Cuchillos fijados en la mesa y cursos de defensa personal en las prisiones

El Govern aprobó ayer el nuevo modelo organizativo y de condiciones de trabajo 2024-2027 para el personal penitenciario. Un acuerdo al que el departamento de Justicia llegó el pasado viernes con los sindicatos UGT, CCOO, IAC-CAT e Intersindical, por lo que se desconvocó la huelga que estaba programada para el pasado 26 de abril y el próximo 11 de mayo. 

En este acuerdo, además de incluir mejoras laborales y salariales, también se incluyen otras de seguridad como fijar en las mesas de trabajo los objetos cortantes como cuchillos, cursos de defensa personal para los trabajadores penitenciarios y una nueva partida de radiotransmisores así como pulsadores de seguridad. Asimismo, el acuerdo incluye la sustitución de los presos por personal externo en las cafeterías, adquisición de materia prima ya cortada así como la valoración de las situaciones de más riesgo donde será obligatorio trabajar en binomios para que ningún funcionario esté solo durante un servicio.

Unas medidas que desde los sindicatos firmantes defienden que se estaban trabajando antes del asesinato de la cocinera de Mas d’Enric, en Tarragona, a manos de un preso y que desencadenó una serie de protestas por parte de los trabajadores para exigir más medidas de seguridad tras años denunciando el aumento de las agresiones en las cárceles catalanas. Desde la Generalitat señalan que el nuevo modelo “supone una mejora del servicio y de las condiciones laborales de los trabajadores con la voluntad de continuar reforzando el modelo penitenciario catalán”. 

Asimismo, añadieron que se trata del primer acuerdo de este tipo que se aprueba desde 2006, afecta a cerca de 4.900 empleados del ámbito penitenciario de Catalunya y el Govern destina 30 millones para hacerlo efectivo. Otras medidas laborales y de seguridad que prevé son la incorporación de más personal, otra de las reivindicaciones históricas de los sindicatos. Sin embargo, las acciones de protesta continúan en algunos centros, como Brians, donde ayer un grupo de funcionarios cortó durante un rato con barricadas de neumáticos el acceso a la prisión en rechazo al acuerdo firmado.

Sindicatos seguirán exigiendo mejoras y una cárcel nueva en Ponent

UGT y CCOO, firmantes del acuerdo con la Generalitat, señalaron ayer que seguirán trabajando para lograr las medidas que no se contemplan y que las que sí están, se cumplan. Asimismo, recordaron que el acuerdo tiene rango de convenio colectivo y es de obligado cumplimiento con la administración. Valoraron positivamente las mejoras laborales que contiene el documento, aunque admitieron que hay otras que no se incluyen y por la que seguirán trabajando para conseguirlas. Desde UGT insistieron en que estas medidas ya se estaban negociando desde hacía tiempo y que se seguirán negociando aquellas que han quedado pendientes. 

En la misma línea, CCOO dijo que seguirán luchando para conseguir medidas como el reconocimiento de agentes de la autoridad, edad de jubilación y derogación de circulares que “debilitan la seguridad en los centros”. Por su parte, el CSIF, que no firmó el acuerdo, defendió que se ha firmado “de forma precipitada” y con la voluntad “de comprar la paz social” tras el asesinato de Mas d’Enric. 

Asimismo, consideró que no hay medidas de seguridad importantes, claras y de aplicación inmediata y que no se recoge ningún punto para dotar a los funcionarios de prisiones la consideración de agentes de la autoridad. Por ello, pidió que el acuerdo sea votado por toda la plantilla. En cuanto al Centre Penitenciari Ponent, los tres sindicatos coincidieron en que es necesario la construcción de una nueva prisión para garantizar la seguridad de la plantilla y de los internos. “Hacer reformas es solo poner parches en una prisión que se cae a trozos”, defendieron. En este sentido, recordaron el incidente que tuvo lugar el pasado 20 de abril, cuando un interno del módulo de régimen cerrado (DERT) hizo un agujero en la pared de su celda con un radiador para agredir al preso de la contigua.