Aplazan un juicio a un psiquiatra al hallar un testigo que creían muerto

La Audiencia de Lleida aplazó ayer el juicio a un psiquiatra leridano, J.R.P.P, acusado de estafar y quedarse patrimonio de un paciente –ya fallecido– después de que tuviera conocimiento de que un hermano de éste último estaba vivo. Fue durante las cuestiones previas – las intervenciones que se otorgan a las partes antes del inicio de la vista oral para que hagan consideraciones, aporten documentos y soliciten la nulidad de actuaciones, entre otros–, cuando el letrado del acusado, Enric Rubio, propuso como testigo a un hermano del paciente al que había localizado, pero que no había podido asistir al juicio porque estaba hospitalizado (aportó la documentación). El hombre no había sido citado porque se creía que estaba muerto. Ante ello, el tribunal, tras hacer un receso de unos 15 minutos, estimó la petición de la defensa y, ante la imposibilidad de que compareciera ayer, decidió aplazar el juicio.

La Fiscalía solicita una condena de ocho años de prisión y 219.000 euros de multa para el acusado por los delitos de estafa y apropiación indebida. Se da la circunstancia de que el médico ya fue juzgado en la Audiencia de Lleida por un caso similar de presunta estafa del que fue absuelto en 2023, por falta de pruebas, y de apropiación indebida porque había prescrito. La sentencia todavía no es firme. Ahora será juzgado por unos hechos que tuvieron lugar entre 2010 y 2015 cuando, según el Ministerio Público, el paciente era dependiente y “el acusado se aprovechó de su confianza y de la de sus familiares”. Al parecer, había contraído una deuda y firmó un contrato vitalicio por el que el paciente cedió al acusado la propiedad de una finca y la entrega de su pensión para hacer frente a los gastos.