LLEIDA
Una niña afirma que la pareja de su madre la violó cuando tenía 10 años
Explicó a los psicólogos, que le dan credibilidad, que le obligó a hacerse tests de embarazo
Él lo niega, Fiscalía pide 12 años de cárcel y la acusación particular, 15
Un vecino de Lleida de 38 años se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia acusado de abusar y violar en reiteradas ocasiones a la hija de su pareja de solo 10 años. Los hechos habrían tenido lugar entre los años 2020 y 2022, cuando el acusado se quedaba a solas con la menor. El primero en declarar fue el acusado, que negó los hechos y afirmó que no convivía con la mujer ni sus hijos y que no se quedaba a solas con la niña. Posteriormente, el tribunal y las partes visionaron la declaración que hizo la niña ante los psicólogos del departamento de Justicia y en la que afirmó que “me empezó a tocar y a darme besos. Me quitaba la ropa y él también se la quitaba. Me daba miedo, me hacía daño y me decía que no lo explicara porque era un secreto”. La menor relató que primero fueron tocamientos pero el hombre acabó introduciéndole los dedos en la vagina y llegó penetrarla con su pene. También aseguró que le obligó a hacerse tests de embarazo. En este sentido, los psicólogos dieron credibilidad al relato de la menor porque “tiene muchos elementos propios de un abuso intrafamiliar” y ningún indicio de “fabulación o sugestión”.
Los supuestos abusos los destapó una psicóloga en prácticas del centro escolar en el que estudiaba la menor. De hecho, la madre y expareja del acusado afirmó que “mi hija apenas comía, estaba delgada y pensaba que podían hacerle bullying, tenía anemia o sufría anorexia”. Sin embargo, durante la entrevista, la menor explicó a la psicóloga que habían abusado de ella. “Cuando me lo dijeron, me quedé en shock”, explicó la progenitora, que añadió que “llamé por teléfono a mi expareja y me dio la sensación de que lo habíamos descubierto”. La mujer también explicó que su hija está en tratamiento psicológico y sufre ansiedad, entre otros problemas. Por todo ello, la fiscal solicitó una condena de 12 años de prisión, otros ocho de libertad vigilada y una indemnización de 30.000 euros para la víctima. Por su parte, la acusación particular elevó la petición a los 15 años de cárcel y pidió una mayor indemnización por los daños morales. En cambio, la defensa solicitó la absolución al considerar que no hay pruebas que den veracidad al relato de la menor.