La nueva 'comisaría' de la Guardia Urbana en el barrio de la Mariola de Lleida, a pleno rendimiento

El centro operativo de la Guardia Urbana en el barrio de la Mariola ha atendido en nueve días una decena de consultas de vecinos y entidades de la zona. Según informó la teniente de alcalde de Seguridad, Cristina Morón, en la comisión de ayer, entre el 3 de junio y el pasado miércoles “se han hecho cinco atenciones a particulares, otras tantas a entidades del barrio y una denuncia de la asociación de vecinos del Turó de Gardeny”. 

Unas cifras que para Morón son satisfactorias “y que demuestran que este operativo está funcionando bien”. Este dispositivo entró en funcionamiento el pasado lunes 3 de junio y tiene su sede en el local social de la Mariola. Allí, dos agentes atienden consultas y denuncias de lunes a viernes, entre las 11.00 y las 12.00 horas y de 17.00 a 18.00 horas. A su vez, 8 agentes de la Unidad Polivalente Operativa patrullan las calles desde las 19.00 horas hasta la madrugada, y también los fines de semana.

Este centro operativo permanente de la Guardia Urbana en el barrio de la Mariola ha surgido para reforzar la seguridad en el barrio después de los sucesos de las últimas semanas, el último de los cuales en mayo, cuando una pelea entre dos grupos de personas en la plaza Riu Flamisell acabó con un hombre que recibió una puñalada en el cuello y que tuvo que ser ingresado en la UCI del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida. 

El pasado 1 de mayo, otra batalla campal en la calle entre dos grupos de personas en la Mariola se saldó con un herido y cuatro detenidos. El herido por arma blanca, de 45 años, tuvo que ser evacuado al Arnau de Vilanova al precisar puntos de sutura y dos de los arrestos se practicaron en el hospital, donde fueron atendidos por heridas.

Los hechos ocurrieron sobre las 5.30 horas cuando se inició una reyerta en las calles Mariola y Júpiter. Al parecer, se habría iniciado por la supuesta agresión de un adulto norteafricano a un menor de etnia gitana. Al lugar acudieron patrullas de Seguridad Ciudadana y unidades de los ARRO (antidisturbios) de los Mossos d’Esquadra, que también pidieron apoyo a la Guardia Urbana, que disgregaron ambos grupos y se identificó a los participantes.

El presidente de la asociación vecinal y de comerciantes de la Mariola, Isaac Caballero, calificó los actos de “muy graves” y reivindicó la necesidad de “levantar la voz” para que la gente recupere la confianza en el barrio. Agradeció cualquier ayuda por parte de las administraciones, pero afirmó que hace falta un “plan de choque que permita un cambio a nivel urbanístico, social y laboral” a través de una mayor inversión en el distrito.