El Clot de les Granotes de Lleida, una plaza que es el legado de la lucha vecinal
La historia de la actual plaza del Clot de les Granotes de Lleida se gestó a mediados de los años 70, cuando una promotora inició la excavación para construir un gran bloque de pisos en este lugar, que era lo único que quedaba sin edificar en el barrio. Los vecinos se movilizaron para impedir que siguieran las obras y destinar el terreno a zona verde.
Finalmente, consiguieron su propósito con la aprobación del Plan General Municipal de 1979, que calificaba el solar como zona verde. No obstante, el gran agujero abierto siguió así durante toda la década de los 80, y cuando llovía se formaba una gran balsa en la cual había ranas, cosa que llevó que todo el mundo conociera este lugar como “el clot de las ranas”.
Finalmente, el ayuntamiento urbanizó la plaza, que incluye un parking subterráneo en la parte que da en la calle Mossèn Reig. Fue inaugurada a finales de 1991 con el nombre de plaza de la Constitución. Pocos años después, la zona limítrofe con Taquígraf Martí tuvo que reponerse al haber hundimientos del terreno.
El último cambio, este muy simbólico para muchos vecinos, tuvo lugar hace año y medio cuando el ayuntamiento modificó el nombre de la plaza, que pasó a ser la de Clot de les Granotes, tal como había pedido la asociación vecinal a través de una campaña en la cual recogió centenares de firmas. Además, se pintó un colorido mural en el pavimento