Pena de 6 años de prisión por lanzar droga al Centre Penitenciari Ponent desde la calle

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha confirmado la pena impuesta de seis años y tres meses de prisión para un vecino de Balaguer por lanzar dos paquetes con droga en el Centre Penitenciari Ponent en pleno confinamiento. El tribunal ratifica la sentencia de primera instancia de la Audiencia de Lleida y rechaza el recurso del condenado.

Según el fallo, ha quedado acreditado que el procesado, en abril de 2020, tiró en el interior de la prisión dos paquetes que contenían 53,38 gramos de marihuana, 34,99 gramos de hachís, dos papelinas de cocaína de 1,23 y 1,35 gramos y dos papelinas de heroína de 0,77 y 0,72 gramos, y que su valor era de unos 1.000 euros en el mercado ilícito. El TSJC avala la condena con las pruebas aportadas durante el juicio, celebrado en septiembre de 2022. 

Agentes de los Mossos d’Esquadra encargados de las cámaras de seguridad de la prisión declararon que habían visto a un hombre lanzando algo dentro de la cárcel y que, al identificarle, era el acusado. Asimismo, señalaron que el perímetro no había nadie más, debido a las restricciones de movilidad decretadas por la pandemia. El tribunal también rechaza el argumento del acusado, que alegaba que era “físicamente imposible” hacer ese lanzamiento y que lo que tiró eran piedras. Al respecto, señala que es una “apreciación puramente personal” y que efectivamente se ha acreditado que él fue el autor del lanzamiento de los paquetes con la droga. 

“Observé cómo un hombre, desde un descampado de la calle Periodista Trapa, lanzaba algo dentro de la cárcel y activé a la patrulla que hace las rondas por el exterior de las instalaciones para que lo identificaran. Ese hombre era el acusado”, dijo en el juicio el agente de los Mossos d’Esquadra encargado de las cámaras de seguridad. Por su parte, el policía que lo identificó afirmó que “en el perímetro no había nadie más”. 

La droga cayó en una zona perimetral interior junto a los patios de los módulos 7 y 11. En cambio, el acusado afirmó ante el tribunal que “tiraba piedras para disimular” porque la mujer que lo acompañaba estaba hablando con su pareja, un interno de Ponent.