HOSTELERÍA ORDENANZA
Multan a un bar de la calle Balmes de Lleida por tener demasiada terraza
Tenía permiso para disponer 5 mesas fuera de su carpa y la Urbana vio que tenía 17
Fueron sancionados con 1.500 euros
La Guardia Urbana ha sancionado con 1.500 euros a los propietarios de un establecimiento de la calle Balmes por exceder en un 240% la cantidad máxima permitida de mesas en la terraza fuera de su carpa.
Según ha podido saber este diario, una patrulla de la Guardia Urbana hizo una inspección a los locales de esa zona, una de las más concurridas por los jóvenes de la capital, el pasado 10 de mayo sobre las nueve de la noche y comprobó que el establecimiento Lavendish tenía 17 veladores, la denominación por la que se conoce una mesa y cuatro sillas situadas en el exterior de un local de hostelería, fuera de la carpa que tenía autorizada.
Tras consultar con el departamento de licencias de la Paeria, los agentes constataron que el bar solo tenía licencia para tener cinco mesas fuera de la carpa, por lo que había 12 de más, un 240% más de lo permitido legalmente. A raíz de esta situación, los agentes se entrevistaron con los responsables del local para informarles de esta circunstancia e iniciar los trámites administrativos para denunciar esta infracción.
Los agentes impusieron a sus titulares una multa de 1.500 euros por una presunta infracción de la ordenanza municipal del uso de la vía pública y los espacios públicos de Lleida.
Una cantidad que podría reducirse en un 20% (1.200 euros) si los responsables del establecimiento admiten su responsabilidad, y también podrían beneficiarse de otro descuento del 20% si hacen el pago voluntario. Eso quiere decir que si aceptan su responsabilidad y abonan la multa de forma voluntaria esta podría reducirse hasta los 900 euros.
La zona de bares de la calle Balmes acumula varias quejas los últimos años por sobreocupación de la vía pública y ruidos. A su vez, varios de esos establecimientos han sido multados por la Guardia Urbana por vender bebidas alcohólicas a menores.
La última vez tuvo lugar en febrero de 2022, cuando dos agentes pillaron in fraganti a los dueños de un local sirviendo alcohol a jóvenes sin pedirles la documentación para acreditar su mayoría de edad.