Balàfia elabora un inventario de sus calles oscuras y bloques degradados

El 76% de los vecinos de Balàfia consideraban en 2022 que la falta de iluminación de sus calles es una de las principales problemáticas a resolver en el barrio. Así lo constata una encuesta elaborada por la asociación de vecinos, lo que les ha motivado a analizar y recopilar estos últimos meses los principales “puntos negros” de la zona vieja del barrio, la partida Balàfia y la zona entre la plaza de França y la salida de Torrefarrera por la carretera N-230 para enviarlos al ayuntamiento y que tome cartas en el asunto.

Según explicó la responsable de Urbanismo de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) y de Balàfia, Rosa Castillo, “hemos constatado que la iluminación de la zona vieja de Balàfia es del todo insuficiente, lo que aumenta de forma considerable la sensación de inseguridad”. Puso como ejemplo varias zonas de la calle Valls d’Andorra, “que tiene porchos y algunos no tienen luz, por lo que pasear por allí de tarde o noche no genera mucha confianza y puede ser un foco de conflictos e incivismo”. 

Otro “punto negro” que ha detectado la entidad es la calle Penedès pasada la gasolinera. Pero para Castillo, la que requeriría una actuación inmediata “para que esté bien antes de septiembre” es la calle Ghandi, concretamente en el tramo que da a la parte trasera de la escuela Minerva. “Allí hay una puerta de acceso que usan los alumnos que no está iluminada, ni siquiera tiene aceras, por lo que es prioritario mejorar esa zona antes del inicio del curso”, aseguró Castillo. La responsable de la FAV recordó que esta iniciativa forma parte del proyecto Barris Violetes, que busca convertir las calles en espacios seguros para las mujeres.

Además de analizar la iluminación de las calles, este grupo de trabajo ha revisado el estado de las viviendas y ha constatado que “en la zona antigua hay muchos bloques que necesitan una rehabilitación por seguridad y para que puedan seguir siendo habitables”. Por ello, instan a las administraciones a promover la reforma de edificios mediante ayudas, especialmente los del grupo Voravia “que están muy degradados y todos sabemos los problemas que tienen”, explicó Castillo. 

Paralelamente, piden regular la velocidad en el camino al Club Tennis Urgell, y que las compañías eléctricas retiren el cableado de las fachadas de los edificios. “Puede ser peligroso, estéticamente es horrible y además la normativa municipal obliga a soterrarlos o taparlos”, concluyó la portavoz de la asociación de vecinos.