Francisco García Pascual, secretario general de universidades, «Hay que acabar con la alta precariedad del profesorado»
No es habitual que leridanos ocupen altos cargos en la administración central ni que tengan un gran protagonismo en la política catalana. ¿A qué lo atribuye?
Históricamente sí ha habido leridanos en cargos importantes. Por ejemplo, el actual alcalde de Lleida fue director general de Turespaña. Hay un hecho que a veces limita las posibilidades de personas de fuera de Barcelona y Madrid con capacidad y trayectoria política, al no tenerse en cuenta lo que supone trabajar lejos del lugar donde resides.
Ser secretario general de Universidades, ¿es la culminación de su carrera política tras haber ocupado cargos en la Paeria, la Generalitat y el Estado?
Tengo el mandato de la ministra de hacer política universitaria, que entiendo como capacidad de transformación de la realidad universitaria, no solo ni principalmente la gestión del día a día. Es un gran desafío.
Para esta transformación, ¿no se necesita una mayor financiación?
El artículo 55 de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) fija que hay que dar pasos para que en el 2030 la financiación pública de las universidades públicas sea el 1% del PIB. Hay que poner en marcha una comisión con participación de las comunidades autónomas, universidades, sindicatos y estudiantes para consensuar las medidas para llegar a ese nivel.
¿En cuál estamos ahora?
En el 0,57%.
¿Y ve viable llegar al 1% en 2030?
Necesitamos invertir más en educación y educación superior y los gobiernos, aquí no hay color político, se están esforzando para hacerlo. Llevamos unos años en la que financiación de las universidades públicas crece. Desde el Estado se hace un gran esfuerzo. En las convocatorias para investigación, de las que las universidades públicas captan el 95%, este año habrá un récord de inversión. Y también las comunidades autónomas están haciendo un esfuerzo, y debemos reforzarlo.
¿El Estado aportará financiación adicional para la LOSU, que obliga a contratar más profesores?
La financiación universitaria está transferida al 100% a las comunidades. Excepcionalmente, el Gobierno de España ha puesto encima de la mesa un plan de incorporación de talento docente e investigador para acompañar a las comunidades y a las universidades en las medidas para reducir la temporalidad y precariedad del profesorado, para rejuvenecerlo y disponer de una carrera docente de calidad. Sin tener competencias, pone 151 millones de euros durante seis años, por lo que son más de 900 millones, para 3.400 plazas de profesorado lector, la figura fijada para la entrada digna en el sistema, que a los 6 años se estabiliza mediante concurso. Estas 3.400 plazas, cifra inédita en la historia de la democracia, las sufraga el Gobierno. A su vez, las comunidades deberían poner otras 2.200 plazas para cubrir las necesidades estimadas, que son unas 5.600 en total. Esto no ha pasado nunca.
Pero las comunidades pueden decir que para ello es necesario que se mejore su financiación.
Hay que acabar con la precariedad de grupos del profesorado, no podemos tener universidades públicas con un 49% de profesorado temporal, nivel muy por encima del sector hostelero. La LOSU fuerza a resolver esta situación y el Estado acompaña a las comunidades para hacerlo.
El traspaso de la gestión de las becas a la Generalitat sigue pendiente. ¿Lo harán efectivo?
Hay una comisión que trabaja en definir cómo se hace. Son cuestiones técnicas, no es un problema político. Creo que está bastante avanzado.
¿Es partidario de una selectividad única para toda España?
Estas pruebas tienen una estructura y criterios mínimos de corrección comunes para todo el Estado. Pero hay que tener en cuenta peculiaridades como la lengua propia o la historia. Ya hay una estructura homogénea con flexibilidad para adaptarse a realidades territoriales. A veces hay una retórica que no concuerda con la realidad.
¿Son necesarias más plazas de Medicina y Enfermería ante la falta de profesionales sanitarios?
Las universidades públicas y privadas ofrecen unas 6.700 plazas de Medicina y 10.000 de Enfermería. Ahora hay una medida especial en Medicina por la que el ministerio de Sanidad y el de Ciencia financian que las facultades que así lo consideren puedan tener hasta un 15% más de plazas que las aprobadas, pero siempre garantizando el máximo rigor formativo.
Tiene una larga trayectoria como profesor de la UdL, de la que ha sido vicerrector, y ha trabajado en una universidad privada. ¿Cómo valora el nivel de la UdL?
Primero hay que decir que desde el inicio de la democracia los sucesivos gobiernos apostaron por que todas las universidades debían ser razonablemente buenas, cuando en otros países hay un grupo de buenas y otras que no lo son tanto. La UdL tiene unos niveles de docencia e investigación muy buenos en relación a su volumen y entre 2016 y este curso ha pasado de 9.200 a 11.400 alumnos. Además, grados como Medicina, Enfermería, Veterinaria y otros tienen una nota de corte muy elevada en comparación con universidades significativas en nuestro sistema. Los que tenemos una visión panorámica del sistema universitario catalán y español sabemos que es una buena universidad.