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La resurrección del antiguo barrio judío de Lleida, lejos de las expectativas turísticas: olvidado y vandalizado
El ayuntamiento de Lleida aprobó a principios de la década de los 90 la declaración del Barri Antic como Área de Rehabilitación Integral, que preveía la renovación de diversos sectores de esta zona con el objetivo de revertir su degradación.
Uno de ellos era la antigua judería, en el entorno de la calle de este nombre, Dolors y Sant Cristòfol, en una época en que casi no había ningún mes en que no se registrara un desplome de alguna casa de la zona. Inicialmente se proyectó la construcción de un equipamiento municipal que debía albergar una residencia para la tercera edad, un dispensario médico y el servicio materno-infantil de la Paeria.
Pero esta propuesta se acabó quedando en el tintero. Finalmente, el ayuntamiento impulsó en 2015 un plan, aprovechando un programa de ayudas de la Generalitat, para recuperar los restos del antiguo Call, el barrio judío de de La Cuirassa ubicado en este lugar y que vivió su momento de mayor esplendor en los siglos XII y XIII.
Las obras se iniciaron ese año y acabaron en septiembre de 2018, cuando tuvo lugar la inauguración, después de retrasos y contratiempos que elevaron su coste, que acabó superando el millón de euros.
Tras más de un lustro, las imágenes demuestran que no se ha logrado el objetivo de que sea un reclamo turístico y las instalaciones y los restos languidecen entre el olvido y el vandalismo.