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Los ladrones desvalijan más de veinte viviendas cada semana en Lleida

Los robos en casas llevan tres años disparados, con más intensidad en áreas rurales

Dos ‘cacos’ se disponen a robar en una casa de l’Horta de Lleida una noche del pasado fin de semana.

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Más de una veintena de domicilios son asaltados cada semana por ladrones en la demarcación de Lleida, según recogen los datos del ministerio del Interior. La estadística oficial reseña cómo el año pasado el número de estos delitos superó por vez primera el millar de episodios, algo que estuvo cerca de ocurrir en 2022 y que podría suceder en 2024.

“Se trata de uno de los delitos que más invade la intimidad de las personas”, señala la concejala de Seguridad y alcaldesa accidental de Lleida, Cristina Morón, ante el aumento de los robos en domicilios que se están registrando en toda la demarcacion de Lleida, y también en la capital.

“Están aumentando los robos que se producen con gente dentro de las casas, y eso aumenta la sensación de inseguridad. No sabes a quién te enfrentas”, anota.Los robos en domicilios llevan tres años disparados en Ponent, donde el año pasado se superó por vez primera el millar de asaltos (1.068), lo que arroja una inquietante ratio de algo más de veinte por semana en plena tendencia ascendente: la cadencia de los dos últimos ejercicios y el inicio de este superan en casi un 30% a la de 2014-2016 y en más del 17% a la de 2017-2019.Las cifras revelan una migración de los cacos hacia entornos rurales, ya que el grueso del aumento se concentra fuera de la capital, donde el volumen, estabilizado ligeramente por debajo de un golpe diario, se mantiene en niveles similares a los previos a la pandemia, mientras que el incremento en el conjunto del resto de municipios supera claramente el 50% en relación con la etapa anterior a la pandemia.

Varias fuentes apuntan que esa mayor incidencia en entornos rurales también se estaría dando en Lleida ciudad, en este caso con un descenso en el casco urbano y un aumento en l’Horta, donde las olas de robos de los últimos meses han generado esa sensación. Sin embargo, esa hipótesis no puede darse por confirmada ni por descartada con la estadística de Interior, que no desglosa los datos hasta ese nivel de precisión.

¿A qué responde el aumento de los robos en domicilios? “Todo se resume en el aumento de población. El incremento de los delitos tiene relación con el de la población”, explican fuentes de los Mossos d’Esquadra.En la última década, de 2014 a 2024, el padrón de Catalunya ha aumentado un 6,6% con la incorporación de algo má de medio millón de ciudadanos, y el de Lleida ha crecido menos de la mitad, un 2,97%, al ganar 13.000, según los datos del INE. Ese crecimiento ha tenido en paralelo otro de la actividad delictiva en el conjunto de Catalunya, aunque menor (0,6%), y un descenso (-13%) en Lleida.No es el único dato relacionado con esta tendencia delictiva que ha variado en los últimos años: también ha crecido el número de viviendas secundarias y vacías en la demarcación, que pasó de 73.661 a 86.318 (+ 17%) de 2011 a 2021 según el INE, lo que se traduce en un aumento de los posibles objetivos para los ladrones, mayoritariamente concentrado en zonas rurales y paralelo a la congelación del censo de casas principales, que sigue en el entorno de las 170.000, con un retroceso de menos del 1% en esa década.También ha variado la operativa de los ladrones, cada vez más sofisticada y copada por grupos organizados que operan de manera planificada, a menudo desde bases en Barcelona.

“La preocupación está, y se ha hecho un esfuerzo para evitar al máximo posible los robos” en l’Horta, explica Morón, que destaca el refuerzo del operativo de la Guardia Urbana que opera en ese área de la ciudad, implementado en abril con un turno de noche y otro de fin de semana y una mejora de la videovigilancia, y las trece detenciones de sospechosos realizadas en lo que va de año.También los Mossos, titulares de la competencia de seguridad ciudadana en ese área, donde la Urbana les apoya, han reforzado su dispositivo en esta zona de la capital, en la que el despliegue de dispositivos policiales preventivos choca de salida con dos retos: una superficie de 190 km² y una red de caminos de 600 km.“La delincuencia en Lleida presenta una tendencia a la baja, según se vio en la última Junta de Seguridad, pero sí es cierto que desde abril ha habido una ola de robos en l’Horta que ha causado alarma y sensación de inseguridad”, añade Morón.

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