LLEIDA
“Pasamos de pagar 50 a 100 euros al mes mientras las ventas bajan”
Paradistas del mercadillo del Camp d'Esports se quejan de que su cuota y otros gastos suben y los ingresos caen
Notable afluencia de clientes pese a ser festivo
Los mercadillos ambulantes están de capa caída. Los paradistas ven como sus clientes cada vez prefieren más la comodidad de comprar la ropa online y como sus márgenes de beneficio se van reduciendo a causa de la subida de gastos. “Antes de la pandemia pagábamos unos 50 euros mensuales por cada parada, y cinco años después son más de 100”, lamentó David, el propietario de un puesto de ropa en el mercadillo del Camp d’Esports, que ayer funcionó a pesar de ser festivo. “Antes nos ganábamos bien la vida, pero ahora se hace muy complicado y queremos trabajar todos los días que podamos”, explicó. El leridano mostró su orgullo de haber heredado el oficio de su abuelo y su padre, pero “tengo un hijo recién nacido y creo que la venta ambulante ya no existirá cuando tenga la edad para trabajar”, lamentó.
Pedro es otro paradista que explicó que la subida de los precios del género y el aumento de la competencia han hecho bajar sus ganancias, así como los incrementos de la cuota de autónomos y de los seguros de las paradas. “La gente se está animando a dar una vuelta al ser un día festivo, y en verano es cuando vendemos más ropa”, afirmó ayer tras una mañana en la que hubo una notable afluencia de clientes en el Camp d’Esports. Los paradistas coincidieron en señalar que la mayoría de los clientes que se acercan al mercadillo son vecinos de origen extranjero y personas mayores .Por su parte, los vendedores de frutas y verduras destacaron el aumento de precios de los últimos años, así como una bajada de su calidad. “Ahora estamos pagando más por una fruta peor, ya que mucha no viene calibrada, pero su precio se ha doblado en los doce años que llevamos viniendo al mercado”, afirmó Monaim, jefe de Fruites Monaim. Mientras, Eduard es el máximo responsable –mientras sus padres están de vacaciones– de la parada Del Tros a la Llar. Viven en Torres de Sanui y toda su fruta es de proximidad. “Venimos a este mercado desde que abrió y también al de Pardinyes”, explicó el joven, que ha estado en la parada desde pequeño y se ha quedado porque le gusta el oficio. “La gente es cada vez más exigente con la calidad y se valora más el producto de proximidad. Los precios, en general, son bastante más baratos en el mercadillo que en un supermercado”, concluyó.