LLEIDA
Los estudiantes pagan el piso en Lleida en verano para no buscar otro en septiembre
Los API constatan este cambio de tendencia ante la reducción de la oferta
Los estudiantes que viven en un piso alquilado, habitualmente compartido, prefieren pagar julio y agosto, aunque no vivan esos meses en él, para mantenerlo el siguiente curso y no tener que buscar otro en septiembre. Los agentes de la propiedad inmobiliaria han constatado este cambio de tendencia ante la reducción de la oferta en el mercado.
El mercado de los pisos de alquiler en la ciudad de Lleida va viento en popa y uno de los colectivos que más hacen uso de este tipo de viviendas es el de los estudiantes originarios de fuera de la capital, que suelen optar por las compartidas. De hecho, según el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Lleida, Josep Maria Esteve, alrededor de un 25% de los contratos de alquiler en la ciudad los suscriben estudiantes, lo que supone uno de cada cuatro. Y precisamente por el gran dinamismo del sector, últimamente están cambiando sus hábitos y prefieren pagar julio y agosto, aunque esos meses no estén viviendo en ese piso, para poder conservarlo de cara al siguiente curso. “Antes, habitualmente los estudiantes se iban en junio y en septiembre volvían a buscar piso y lo encontraban a un precio sostenido. Así se ahorraban los dos meses de verano. Pero la tendencia ha cambiado porque en los últimos años ha bajado mucho la oferta y tienen miedo de no encontrar uno” que puedan pagan sin problemas, explica Esteve. Asimismo, algunos, cuando ya no necesitan el piso, buscan ellos mismos otros estudiantes, a veces del mismo lugar del que son originarios, y se lo traspasan. No obstante, apunta que los que están buscando ahora también pueden encontrar vivienda porque sigue habiendo en el mercado.
En cuanto a los precios, afirma que la horquilla media se sitúa entre los 600 y los 800 euros al mes, en función del número de dormitorios y baños de que disponga, y añade que los estudiantes suelen pagar unos 250 euros cada uno, ya que comparten piso. Destaca que a los propietarios les resulta rentable este tipo de alquiler porque marcan un precio contando ya que lo pagarán por habitación y porque los estudiantes no acostumbran a ser muy exigentes con el mobiliario o la antigüedad. Eso sí, el wifi y un buen televisor son imprescindibles. Además, indica que no hay morosidad porque “son avalados por los padres” y no causan problemas. “El mito de que destrozan los pisos ya ha pasado a la historia”, subraya.
Reservas hasta un año antes en la residencia de Cappont y la Vila de Lleida
El otro principal alojamiento para los estudiantes son las residencias, que algunas familias prefieren para sus hijos sobre todo durante el primer y segundo curso universitario. A día de hoy ya están llenas tanto la ubicada junto al campus de Cappont de la Universitat de Lleida (UdL) como la denominada Vila Universitaria, situada en Ciutat Jardí, según indican las respectivas direcciones. No obstante, señalan que los estudiantes aún no se han instalado y que pueden haber bajas en función de las reasignaciones de plazas. Además, confirman que también están viviendo la misma tendencia que se da en el alquiler de pisos, es decir, cada vez se avanzan más las llamadas para reservar habitaciones.
“A veces ya piden información un año antes”, índica el director de la de Cappont, mientras que la de la Vila asegura que en febrero ya reciben llamadas para reservar para el siguiente curso, sin haber hecho aún la selectividad ni saber si obtendrán plaza en los estudios que desean.Estas instalaciones ofrecen distintos tipos de alojamientos a precios diferentes. Según se publicita en sus respectivas páginas web, en la de Cappont el precio de una habitación individual es de 490 euros al mes más 63 de suministros y una doble, 335 más 37. Asimismo, ofrece manutención completa por un suplemento de 291 euros y media pensión, por 179. En la Vila de Lleida, un dormitorio individual tiene un coste de 518,65 euros al mes para contratos de uno a doce meses y de 451 si es por más de un año. Los alojamientos de dos dormitorios cuestan 363,69 y 316,25 euros por persona, respectivamente según la misma casuística que los individuales, y los que tienen un dormitorio doble, 352,30 y 306,35, respectivamente. La dirección destaca que hay residentes de toda Catalunya, del resto de España y del extranjero, incluso de Nueva Zelanda.