Guía para la hidratación de mayores con los resultados del robot en el geriátrico Balàfia II

La primera fase del proyecto Hidroponent, que consistía en la convivencia desde el pasado 1 de julio de treinta usuarios de la residencia Balàfia II con el robot Temi, que tenía como objetivo motivarles a beber agua, terminó el pasado viernes. Sus impulsores están inmersos ahora en el análisis de los datos obtenidos, pero ya tienen claro que quieren utilizar los resultados para elaborar y publicar una guía o plan que ayude a mejorar la hidratación de las personas mayores no solo en residencias, sino a nivel general, según indicó ayer la líder del proyecto, Teresa Botigué. Subrayó que la idea es que las conclusiones no se destinen solo a revistas científicas, sino que la guía con los resultados y consejos sea accesible a nivel sanitario y para la sociedad en general, aunque todavía deben definir los detalles.

Botigué afirmó que las primeras impresiones indican que los residentes interiorizaron que el robot estaba asociado a la ingesta de líquidos y añadió que también parece haber sido útil para mejorar la interacción de los usuarios del geriátrico. Y es que Temi interactuó con ellos en el desayuno, a media mañana, en la comida y en la cena, les puso vídeos y canciones y participó en actividades diseñadas especialmente para que se hidrataran. Añadió que esta semana han iniciado la siguiente fase del proyecto con analíticas de sangre y orina de los participantes, así como la introducción en el sistema de los datos sobre ingesta de líquidos de los otros treinta usuarios que no convivieron con el robot que el personal anotó a mano. De este modo, se podrán comparar con los que registró Temi y comprobar si su presencia sirvió para que estuvieran mejor hidratados. También se analizarán otros parámetros de salud, como si tuvieron menos infecciones de orina, por ejemplo, y evaluarán si su presencia ha sido útil para los profesionales de la residencia.Otro de los colectivos sensibles a la deshidratación es el de los temporeros que trabajan en la campaña de la recogida de la fruta. Por ello, el proyecto Hidroponent también recogió datos de una decena de trabajadores de una finca de Térmens, equipados con brazaletes tecnológicos que registraban la pérdida de líquidos y electrolitos a través del sudor, que la UdL analiza ahora, apuntó la investigadora Judith Roca, para diseñar intervenciones y pautas de hidratación personalizadas.