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LLEIDA

Los padres piden recuperar el comedor en los institutos para alumnos de ESO

Aunque se mantenga el horario intensivo, para que no coman a las 15.30 o 16.00

Un niño muestra en el móvil el vale para comprar material escolar, ayer en la tienda Abacus de Lleida. - AMADO FORROLLA

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Recuperar el comedor escolar en los institutos para que los alumnos de ESO no tengan que comer a las 15.30 o 16.00 horas, cuando llegan a casa tras la jornada intensiva de clases. Así lo reclaman las Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Catalunya, tanto si se mantiene el horario continuado como si se replantea, que es lo que defienden.

Las Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Catalunya (aFFaC) reclaman que los institutos de Secundaria recuperen el comedor escolar, al menos para los estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y, por tanto, tengan también acceso a las becas que pagan parte o todo el coste en el caso de familias desfavorecidas. Actualmente, solo ofrecen servicio de comedor los colegios de Infantil y Primaria, mientras que los institutos públicos carecen de él, al impartir jornada intensiva (habitualmente de 8.15 a 15.00 horas). De este modo, los alumnos acaban comiendo entre las 15.30 y las 16.00 cuando llegan a sus domicilios, demasiado tarde según la aFFaC.

Esa es la situación de los centros públicos, mientras que en la concertada, en cambio, el comedor suele estar destinado a todas las etapas educativas, ESO incluida. Lidón Gasull, directora de la aFFaC, indicó ayer que recuperar este servicio es uno de los retos de cara al próximo curso, enmarcado “en el compromiso del Govern de avanzar para que el servicio de comedor sea universal y gratuito”. “El comedor forma parte del tiempo educativo y es urgente para Infantil, Primaria y también en Secundaria, ya que en la mayoría de institutos no hay”, detalló, y subrayó que estos centros “han de tener comedor, tanto si se mantiene la jornada intensiva como si se replantea el horario”. Argumentó que con el comedor en el centro podrían comer justo después de acabar las clases, pero apuntó que desde la entidad son favorables de “repensar” el horario para que no tengan tantas horas seguidas de clase. 

En este sentido, explicó que desde la entidad impulsaron un estudio en el que especialistas del Hospital del Mar y otros neurólogos concluyeron que los biorritmos de los adolescentes no les permiten estar suficientemente atentos a las ocho de la mañana. No obstante, reconoció que entre los padres existe divergencia de opiniones sobre la jornada continuada en la ESO. Sea como sea, apuntó que el comedor escolar gratuito es una necesidad y dijo que les gustaría conseguir la complicidad de Educación en esta cuestión. La conselleria no ofreció ayer valoraciones al respecto.

Compras de última hora de libros de texto y material escolar

Muchas familias han esperado hasta el final del verano, después de sus vacaciones, para adquirir los libros de texto y material escolar de sus hijos, que volverán a las aulas en dos semanas, el próximo 9 de septiembre. La mayoría aprovechan los dos vales de 30 euros que la Generalitat envió a 39.562 alumnos de Lleida, este año también a los de ESO, para gastarlos en estos productos en los establecimientos adheridos a la campaña. De todos modos, el plazo para gastarlos se prolonga hasta el 30 de noviembre. Además, este año también tienen la opción de ceder los vales a los centros educativos para reducir la aportación en concepto de material escolar. Precisamente, la directora de la aFFaC consideró necesario replantear este sistema de los vales escolares para destinar ese dinero directamente a los centros para que las familias no tengan que pagar cuotas. El curso pasado, en su primera edición, los vales escolares fueron dos de 50 euros cada uno, solo para niños de Primaria, y el 91,1% de los beneficiarios los utilizaron.En todo caso, el gasto de la vuelta al colegio asciende a cientos de euros por alumno y buena parte corresponde a los libros de texto o licencias digitales. Lidón Gasull apostó por fomentar iniciativas como la socialización de libros de texto, mediante la cual este material pasa de unos estudiantes a otros a medida que avanzan de curso. Sin embargo, apostilló que para poder llevar a cabo este proyecto es imprescindible que no haya cambios continuados en el contenido de los libros. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) cifra en más de 500 euros el coste de equipar a cada niño para el regreso a las aulas y también aconseja aprovechar plataformas o sistemas de reutilización de material escolar o incluso de intercambio ed ropa, pensar si realmente es necesario estrenar mochila o estuche, por ejemplo.

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