LLEIDA
La lectura y los juegos de mesa preservan a los mayores de la depresión y el declive cognitivo
Así lo constata el grupo NeuroPGA de la UdL en un estudio con usuarios de una residencia
Indica que haber practicado este tipo de ocio de los 30 a los 65 años ayuda a mantener una vida más saludable
Los resultados de un estudio del grupo de investigación Neuropsicología, Genes y Ambiente (NeuroPGA), liderado por Jorge Moya, con setenta usuarios de una residencia de mayores indican que los que entre los 30 y los 65 años destinaron su tiempo de ocio a la lectura o a los juegos de mesa (el dominó o la botifarra, por ejemplo) presentan ahora menos síntomas de depresión y un mejor estado cognitivo que los que solo miraban la televisión. Explicó que durante la investigación compararon el perfil neurocognitivo y el nivel de depresión de los participantes en función de su ocio actual en el geriátrico “y encontramos que el estado cognitivo era mejor y la depresión menor entre los que leían habitualmente y después entre los que jugaban a juegos de mesa, y los que presentaban un declive cognitivo mayor eran los que miraban la televisión”. No obstante, apuntó que “esto es como el huevo o la gallina, no sabemos a ciencia cierta si tienen más depresión y declive cognitivo porque miran la televisión o tienen depresión y más deterioro cognitivo porque tienen menos capacidad de hacer otras cosas y por eso miran la televisión”.
En todo caso, los investigadores preguntaron a los residentes con qué frecuencia hacían estas actividades de los 30 a los 65 años y constaron “un efecto de mediación”, es decir haber jugado y leído en esa etapa explicaba que después a los 80 también lo hicieran. “Jugar y leer de 30 a 65 ayuda a interiorizar hábitos para cuando llegue el momento en que les haga falta para mantener el nivel cognitivo y no tener depresión. Y los que siempre han mirado la televisión, después también lo siguen haciendo, y eso explica en parte su declive y depresión”, argumenta, y recalca que “si queremos tener una vida más saludable cognitiva y emocionalmente de mayores, necesitamos comenzar a trabajarlo antes”.
Moya afirmó que están buscando financiación para replicar esta investigación en una muestra mayor. “Necesitaríamos centenares de participantes en toda Catalunya y resto de España para comprobar si se mantienen los resultados”, señaló, aunque apostilló que “investigadores ingleses, franceses y estadounidenses también han llegado a estas conclusiones”.
Las claves
- Un primer estudio de este grupo de investigación con usuarios de un geriátrico concluyó que jugar a un programa estructurado de juegos de mesa resulta como mínimo igual de eficaz para mantener los procesos cognitivos que hacer las típicas tareas con lápiz y papel (pintar o palabra cruzadas) que se hacen en las residencias. En el control de la impulsividad es incluso más beneficioso jugar, de modo que se podría combinar ambas actividades.
- Una segunda investigación, pendiente de publicar, indica que los usuarios que dedican su tiempo de ocio a leer o a jugar a juegos de mesa tienen un mejor estado cognitivo y menos síntomas de depresión que los que solo miran la televisión. Apuntan que los que ahora hacen estas actividades, ya las hacían entre los 30 y los 65 años.
- Otra investigación del mismo grupo, bautizada como Conectar Jugando, concluyó que los alumnos que en clase juegan a juegos de mesa mejoran más sus capacidades cognitivas y competencias matemáticas y lingüísticas que los que hacen tareas educativas convencionales, como publicó este diario.