El albergue de verano cierra con un 17% más de usuarios que en 2023

El dispositivo municipal de acogida a las personas que buscan trabajo en la campaña de la fruta ha atendido a 1.121 personas este verano en el pabellón 3 de la Fira, un 17% más que las 935 del año pasado y casi el doble que en 2022. Lo indicó ayer el teniente de alcalde Carlos Enjuanes, que señaló que su perfil ha sido de una “menor alta vulnerabilidad”, sin mayores de 65 años o menores de 18. Del total de usuarios, todos sin empleo o sin documentación administrativa para trabajar, 960 han pernoctado en el pabellón y el resto solo han usado servicios como las duchas y consignas.

El dispositivo del pabellón abrió a principios de junio y se cerró el pasado sábado, último día de agosto. Mientras, los 16 pisos de la Empresa Municipal de Agenda Urbana (EMAU) reservados para temporeros están abiertos desde mediados de mayo y no cerrarán hasta el 27 de septiembre. Hasta el momento han acogido a 101 hombres y 8 mujeres. Este recurso, al que solo pueden acceder los temporeros con contrato, tiene un coste de 5 euros por noche. “La ocupación ha sido grande, pero no se han acabado de llenar las plazas como en el año pasado”, explicó Enjuanes. El concejal de Acción e Innovación Social destacó que el nuevo modelo de inclusión de la Paeria prevé mejorar las instalaciones del pabellón, así como licitar un futuro centro modular de acogida para temporeros próximamente para que pueda funcionar el verano que viene. “Permitirá liberar pisos reservados durante todo el año para la campaña que se podrían utilizar para otros usos sociales”, afirmó Enjuanes. El teniente de alcalde también respondió a las últimas acusaciones de Fruita amb Justicia Social asegurando que “es falso que se instó a marchar a personas del pabellón o que haya sido gestionado por voluntarios”.