Diada sin mayoría soberanista

El Onze de Setembre, Diada Nacional de Catalunya, vivió su primer momento álgido en la transición a la democracia con la multitudinaria manifestación que tuvo lugar en Barcelona en 1977 con el lema “Llibertat, Amnistia, Estatut d’Automia”. Tras la restauración de la Generalitat y la concesión de la autonomía, pasó a ser una fiesta eminentemente institucional, con ofrendas florales, discursos y actividades culturales, protagonizada por representantes de administraciones, entidades y partidos.

La situación cambió radicalmente en 2012, cuando irrumpió una nueva entidad independentista, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que había celebrado su asamblea constituyente en la primavera de ese año, después de que la manifestación contra el recorte del nuevo Estatut del 10 de julio de 2010 y los recortes presupuestarios por la crisis hubieran cambiado el escenario de la política catalana. Con la colaboración de Òmnium Cultural, convocó una manifestación en Barcelona con el lema “Catalunya, nou estat d’Europa”, que tuvo una participación nunca vista, de 1,5 millones de personas, según la Guardia Urbana. 

Esta marcha masiva marcó el inicio del ‘procés’ y se repitió de forma constante en los años siguientes, primero con la “Via Catalana” de 2013, en la que los participantes formaron una cadena de 400 kilómetros que unió la frontera de Francia con el Pertús con el límite con la Comunitat Valenciana, después con gigantescas concentraciones en Barcelona en 2014 y 2015 y una primera descentralizada en 2016, con el lema “A punt”, que en Lleida congregó a una multitud en la canalización. 

Al año siguiente se reanudaron las manifestaciones en Barcelona, que tuvieron su momento álgido en 2017, en las vísperas del referéndum del 1-O. Las del 2018 y 2019, marcadas por el encarcelamiento de parte de los líderes independentistas y la marcha al extranjero de otros, también fueron multitudinarias, pero algo menos, y se empezó a plasmar la división entre las fuerzas independentistas. Y entonces llegó la pandemia, que impidió celebrar la Diada de 2020. ANC y Òmnium recuperaron la convocatoria en Barcelona en 2021, cuando aún había ciertas restricciones. A pesar de todo, fue una gran manifestación, pero muy lejos de las anteriores. Y lo mismo sucedió en las de 2022 y 2023, marcadas por la división entre formaciones soberanistas. 

Este año, la Diada llega después de que el independentismo haya perdido la mayoría en el Parlament y el Govern. Para unos, es el símbolo del final del ‘procés’. Para otros, este sigue adelante. En este contexto, ANC, Òmnium, AMI, el Consell de la República, la Intersindical, Ciemen y los CDR han convocado una movilización descentralizada en cinco sedes -Barcelona, Lleida, Tarragona, Girona y Tortosa- para denunciar los efectos en varios sectores del “expolio” que a su juicio sufre Catalunya por parte del Estado. 

En Lleida, está dedicada a “la payesía como estructura de estado”. Los organizadores han anunciado que habrá tractores, y que la marcha se iniciará en la avenida Catalunya y acabará en la confluencia de Rovira Roure con Ronda. Habrá que ver cuál es la respuesta, pero está claro que quedará muy lejos de la que hubo en 2016. ¿Significa esto que el ‘procés’ ha acabado? Habrá que esperar a que pase un tiempo para tener la respuesta, porque en 2009 nadie habría vaticinado lo que ha sucedido en estos 15 años.

El acto institucional unitario en la capital se consolida en el día 11

Ayuntamiento de Lleida, Diputación y Generalitat organizaron por primera vez un acto unitario de la Diada en Lleida ciudad en 2019, cuando ERC y Junts estaban al frente y compartían gobierno en las tres instituciones. Hasta 2022, este acto siempre tenía lugar el día 10 o incluso el 9 en la Seu Vella, para facilitar que los ciudadanos y los propios representantes institucionales pudieran participar en las manifestaciones convocadas en Barcelona. Sin embargo, esto cambió el pasado año, coincidiendo con la vuelta del PSC al gobierno de la Paeria, con el pacto de este partido con ERC en la Diputación y menos de un año después de que Junts hubiera abandonado el Govern de la Generalitat presidido por ERC. Así, esta celebración unitaria se trasladó a la mañana del día 11, lo que se repetirá este año, cuando el PSC también gobierna en el Generalitat. El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, será el encargado de presidirla.