El entrenador acusado de acosar a menores en Lleida chantajeaba a las víctimas y les pedía fotos íntimas a cambio de jugar

La titular del Juzgado de Instrucción 3 de Lleida que decretó el sábado el ingreso en prisión preventiva del joven entrenador de fútbol base acusado de acosar sexualmente a menores de edad asegura que, las primeras diligencias, apuntan a que tiene un instinto de “depredador sexual” y que podría haber más víctimas.

Entre las razones para basar su decisión, la magistrada señala que el joven, de 21 años, ya admitió en otra causa judicial, abierta en 2022 y que, según fuentes próximas, cuenta con la conformidad del acusado, por hechos casi idénticos cuando era entrenador del Balàfia.

Según la jueza, el encarcelamiento, como solicitó la Fiscalía, se hace para evitar la reiteración delictiva ya que el investigado tiene “claramente un fuerte instinto sexual” y le gusta la pornografía infantil. Asimismo, destaca que no ha servido de nada que tuviera otro procedimiento abierto por hechos similares y que habría demostrado “no tener control buscando más víctimas” y escogiendo a las más “vulnerables” utilizando “su control como entrenador para coaccionarlas”.

En este sentido, añade que podría ser que las fotos “no fueran bastante” y su conducta “vaya a más” y que si no hay una consecuencia jurídica ante su actuación “tendrá una sensación de impunidad que le permitirá reincidir más fácilmente”.

Durante su declaración en el juzgado, el acusado negó los hechos, según señaló su abogado, Joan Argilés, que ya ha anunciado que recurrirá. El joven fue detenido el pasado jueves y en la actual temporada llevaba tres semanas trabajando en el FiF Lleida, que emitió un comunicado en el que aseguraba que no les conta ningún caso entre los jugadores y que el entrenador tenía el certificado negativo de delitos sexuales para poder ejercer.

Fuentes próximas al caso señalaron que el procedimiento judicial en el que el acusado admitió en 2022 haber acosado a menores no es firme, por lo que no computa como antecedentes. Otro club en el que trabajó, la UE Gardeny, también expresó su consternación y afirmó que estaban contactando con las familias. Según el auto de la jueza, en la presente causa, los agentes de los Mossos d’Esquadra han localizado 140.000 fotos y vídeos en los dispositivos del acusado, entre ellos imágenes de pornografía infantil así como fotos de menores enseñando sus torsos o partes íntimas.

Asimismo, recuerda las denuncias de las víctimas, de 15 años, en las que señalan que su entrenador les hacía ofrecimientos de carácter sexual y que les pedía que le enviaran fotos. Según la denuncia, a uno le pidió una foto para ser titular en un partido y, al negarse, solo jugó 10 minutos; a otro lo espió mientras se duchaba durante un torneo y que también ofreció 5 euros a cambio de una fotografía desnudo.