El ayuntamiento de Lleida plantea que la tasa de basuras se calcule según el tamaño de cada vivienda

La nueva tasa de basuras pondrá fin al actual sistema de recibos con importes en función de las categorías de calles (hay un total de 6) y, en principio, la alternativa que plantea el gobierno del PSC es la de vincularla a la superficie construida de las viviendas. La teniente de alcalde de Economía, Carme Valls, indicó que la propuesta inicial parte de tres tarifas base: para viviendas de hasta 100 metros cuadrados, de 100 a 150 y más de 150 metros, así como otras diferenciadas donde haya puerta a puerta -está previsto mantenerlo en Ciutat Jardí- y para l’Horta. Valls recordó que la ley estatal de residuos obliga a que lo ingresado por la tasa cubra el 100% del coste de la recogida de residuos, y ahora hay un déficit de casi tres millones. Apuntó que también analizaron vincular el recibo al valor catastral de las casas, al número de empadronados en cada una y al volumen de agua consumida, pero todas plantean más problemas de gestión y no garantizan una mayor equidad. Eso sí, insistió en que la decisión final dependerá de qué propuesta sea mejor considerada por los grupos de la oposición, con los que ayer se reunió.

La portavoz de ERC, Jordina Freixanet, recordó que la obligación legal está vigente desde 2021 y que en 2022, con ERC en el gobierno y el PSC en la oposición, los socialistas se negaron a negociar un cambio en la tasa porque “no quisieron asumir ningún coste político”. Criticó que el gobierno plantee tramitar esta tasa desligada del resto de ordenanzas fiscales, y también subrayó que debe tratarse conjuntamente con el futuro contrato del servicio de limpieza. Asimismo, instó al gobierno a negociar “alianzas reales” para el futuro de la ciudad.La portavoz de Junts, Violant Cervera, afirmó que son partidarios de que “quién más ensucie, más pague”. Indicó que de las alternativas planteadas, inicialmente se decantan más por la de la superficie de la vivienda. Ahora bien, precisó que habrá que esperar a ver la propuesta final y remarcó que hay que garantizar un servicio de calidad. Cervera pidió que la nueva concesión incluya un servicio para el retorno de envases que pueda tener un beneficio económico para los que lo usen, aunque sea mínimo, con el fin de incentivar el reciclaje. Por su parte, la edil del Comú, Laura Bergés, señaló que la nueva tasa debería ir acompañada de un mayor control sobre el servicio para evitar que tenga un coste excesivo, y dijo que debe haber un sistema que permita que quién recicle más se beneficie de ello. El PP, que también se reunió con el gobierno, eludió hacer valoraciones.