LLEIDA
El Incasòl cederá suelo público a privados para construir viviendas
Para conseguir el objetivo de 50.000 pisos sociales antes del 2030. La consellera Paneque defiende en el Parlament que serán de alquiler protegido
El Estado cederá al ayuntamiento de La Seu d’Urgell pisos de la Sareb de este edificio. - C.SANS
La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, anunció ayer en el Parlament que regularán los usos diferentes de la vivienda para priorizar el acceso “a un precio razonable” y remarcó que actualmente “el precio de vivir en Catalunya es excesivo a todas luces”. Subrayó la voluntad del Govern de “reducir las listas de espera” para obtener un piso social y reafirmó el objetivo de ampliar el parque hasta las 50.000 viviendas en 2030 (como ya anunció el president Salvador Illa), para lo que ve imprescindible la colaboración entre el sector público y el privado. Así, apuesta por un lado por la promoción directa por parte del Institut Català del Sòl (Incasòl) y por otro por las promociones delegadas mediante la cesión de suelo público a agentes sociales y promotores privados a través de un derecho de superficie de 75 años. En todo caso, la consellera garantizó que las viviendas “tendrán siempre la calificación de alquiler social protegido”.
Además, aseguró que “se están estudiando” otros modelos para la construcción de vivienda protegida, además de la promoción delegada, y añadió que utilizarán el mecanismo de tanteo y retracto y la adquisición forzosa a grandes tenedores como la Sareb. Además, apuntó que tienen como objetivo agilizar el planteamiento urbanístico y la obtención de licencias, y abogó por ganar suelo urbanizable, después de años en los que “Catalunya ha sufrido más de excesos que de falta de iniciativa”. Subrayó que “se actuará donde prevale el derecho a la vivienda” y eso, indicó, “establece una limitación a los pisos turísticos”.Respecto a Rodalies, la consellera cifró en unos dos años el horizonte temporal para implementar mejoras y reconoció que el Govern es consciente de que el funcionamiento de la red “distorsiona a muchos ciudadanos”. Defendió que la gestión de la Generalitat “ha sido buena” y que Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) funciona bien. Por otra parte, apostó por seguir trabajando por que “Catalunya tenga soberanía de energías limpias” y con el horizonte en mente de conseguir que el 54 % de la demanda eléctrica se cubra con fuentes renovables en 2030.
