LLEIDA
Diez años de un día de pánico en Lleida por el apuñalador neonazi
Apuñaló a cinco personas, cuatro de ellas de origen inmigrante. Las víctimas no han cobrado la indemnización
Lleida vivió hace hoy justo diez años una situación de pánico que todavía permanece en la retina de muchos ciudadanos. Un individuo sembró el caos al apuñalar a cinco personas en diferentes calles y darse a la fuga. Esa noche, la ciudad vivió bajo un toque de queda autoimpuesto ante el temor a nuevos ataques. No fue hasta 27 horas después cuando una patrulla de la Guardia Urbana detuvo al presunto autor, un estudiante de Medicina de la Universitat de Lleida de 21 años y de ideología neonazi –poniendo fin así a bulos y teorías de un ataque yihadista–. Alejandro Ruiz Vidal, de Logroño, fue condenado a 33 años de internamiento en un penal psiquiátrico.
¿Qué pasó exactamente la tarde del lunes 22 de septiembre de 2014? El joven sembró el pánico en apenas 20 minutos, entre las 17.15 horas y las 17.35, en un periplo que empezó en el Passeig de Ronda, a la altura de Rovira Roure –donde vivía en un piso de alquiler y al que prendió fuego–, y terminó en el Parc de les Vies. En este recorrido, Ruiz apuñaló a una mujer de 40 años de origen argelino y a cuatro hombres: un español de 40 años, un ciudadano chino de 37, un peruano de 26 y un pakistaní de 60. Es decir, cuatro de las cinco personas eran de origen extranjero. El primer ataque ocurrió delante de una farmacia en Ronda. Las otras víctimas fueron apuñaladas en la plaza del Treball, Príncep de Viana y el Parc de les Vies. No hubo ningún ataque más porque a la última víctima, el ciudadano pakistaní de 60 años, le quedó clavado el cuchillo en la espalda. Huyó a Balaguer y al día siguiente regresó en un taxi. Fue arrestado a escasos metros de su domicilio.
La Audiencia de Lleida le condenó a 33 años de internamiento en un penal psiquiátrico por cinco delitos de asesinato en grado de tentativa y uno de incendio. Ruiz Vidal se libró de esta forma de 48 años de reclusión (la Fiscalía pedía 81) porque el tribunal aplicó la eximente incompleta de enajenación mental. El tribunal determinó que actuó con alevosía, sin que las víctimas pudieran defenderse y que lo hizo armado con un cuchillo, afectando a zonas con órganos vitales. De hecho, Aurang Zeb, sufrió una discapacidad del 49% porque la puñalada en la espalda le afectó la médula y le otorgaron la incapacidad total. Su abogado, Enric Rubio, explica que “lamentablemente mi cliente falleció en 2022. Pudo viajar a su país y ver a su familia”. El letrado recuerda que el autor “fue condenado a satisfacer indemnizaciones por las lesiones y daños y perjuicios, pero no ha abonado casi nada argumentando insolvencia y carencia de recursos”. El tribunal fijó indemnizaciones que sumaban casi 300.000 euros de los 194.000 eran para Aurang Zeb, que ahora deberán ser abonados a sus familiares. “Vamos a seguir luchando para que indemnice a las víctimas”, afirma Enric Rubio. La Audiencia de Lleida ha denegado en dos ocasiones, en 2022 y 2023, que el condenado –que en 2017 fue trasladado a la prisión de Zuera, en Zaragoza– la posibilidad de salir de la cárcel para seguir el tratamiento psiquiátrico fuera. Xavier Prats, letrado de otras víctimas, insiste en que “debe estar privado de libertad por todo el daño que causó”.