LLEIDA
Relata que su padrastro abusó de ella desde los siete a los 18 años
La víctima renuncia a una posible indemnización: “Lo único que quiero es que no se lo vuelva a hacer a nadie más”. Fiscalía pide 12 años de cárcel para el acusado
“Me acuerdo de todo como si fuera ayer”. Así inició su declaración ayer ante la Audiencia de Lleida una joven que acusó al que fue su padrastro de abusar de ella desde que tenía 7 años y hasta que cumplió los 18. La joven, que ahora tiene 28 años, aseguró que los abusos comenzaron en 2013 y que se encontraban en la casa familiar, en la que convivían ella, su madre y el acusado, entonces pareja de esta última. “Estaba jugando a la videoconsola y me dijo que me sentara encima. Noté su pene y le dije que no quería, pero me obligó”, señaló. A partir de ahí, añadió, los abusos se repetieron “todos los días”. Según la joven, el acusado le enseñaba sus partes íntimas, le obligaba a masturbarlo o le enseñaba vídeos de contenido sexual sadomasoquista. “Le decía que no quería, pero le daba igual y yo creía que si no le hacía caso le haría daño a mi madre”, declaró. Asimismo, declaró que, a partir de los 12 años, los abusos se intensificaron. “Un día me llevó a la habitación y me tiró sobre la cama de mi madre. Me quitó la parte de abajo y me penetró”, afirmó. “Le dije que parara, pero no lo hizo. Me hacía daño, mucho daño”, añadió.
La víctima dijo que esta situación se prolongó hasta que cumplió los 18, en 2013, cuando su pareja se enfrentó a su padrastro. Preguntada por el fiscal de por qué no denunció los hechos hasta 2021, la joven señaló que tenía miedo que le pudiera pasar lo mismo a su hija, que había nacido en 2019. Un mes antes de la denuncia, dijo, durante una discusión en casa, acusó a su padrastro de “violador” y dijo que este lo admitió, algo que también corroboraron la madre y el abuelo de la víctima, que estaban presentes. Por último, la joven rechazó una posible indemnización. “Lo único que quiero es que no se lo vuelva a hacer a nadie más”, zanjó. Por su parte, el acusado, que aceptó una condena por acosar a la víctima tras la denuncia, dijo que se fue de casa cuando le acusaron “de algo que no había hecho”. Tanto la Fiscalía como la acusación particular ratificaron su petición de 12 años de prisión por un delito continuado de abuso sexual con la agravante de superioridad mientras que la defensa pidió la absolución al calificar de “inverosímil” el testimonio de la víctima.