LLEIDA
Una fundación ha atendido en 6 meses a 221 mujeres en situación de prostitución en Lleida
Cruz Blanca les ofrece asesoramiento psicológico, laboral y sanitario. Reclama una ley que proteja a las víctimas de explotación sexual y persiga a proxenetas y 'clientes', como en Francia y en Suecia
La Fundación Cruz Blanca es una entidad privada sin ánimo de lucro que trabaja para la atención de personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social. Entre ellas, se incluye a las mujeres que se encuentran en una situación de prostitución. La coordinadora de la entidad en Lleida, Gema Ribes, asegura que “hay mucho volumen de chicas en situación de prostitución y muchos hombres que consumen prostitución en el territorio, lo que refleja que las políticas públicas no funcionan y que hay un machismo de base en la sociedad, por lo que es necesaria una educación afectivosexual basada en el respeto, el conocimiento de la otra persona y el autoconocimiento”. Entre enero y junio de este año la entidad ha contactado con 221 mujeres en situación de prostitución en las comarcas leridanas. “Son aquellas que nos han permitido acceder hasta ellas, por lo que la cifra es mucho más alta”, señala. El contacto es el primer paso del programa O’cambalache. “Intentamos crear vínculo con estas mujeres e ir solventando lo que necesiten como atención sanitaria, hasta llegar a la segunda fase que es el servicio de mediación, en el que ofrecemos recursos de acompañamiento laboral, jurídico y psicológico”, añade. La entidad también dispone de recursos de acogida.
Según Ribes, el 90% de estas mujeres son migrantes. Una explotación que se da en varios espacios como la calle, pisos, clubs o casas de citas. “En estos últimos, la persona que ejerce de gerente se queda con el 50% de los ingresos de estas mujeres”, explica. Desde la entidad lamentan que la sociedad haya aceptado que “esta situación es una alternativa” y recuerdan el estigma que deben soportar, además de las secuelas que les causa esta violencia. Entre las medidas, reclaman una ley abolicionista de la prostitución pero que incluya también recursos para que las mujeres tengan una salida en condiciones dignas y puedan recuperarse. “Una ley que proteja a las víctimas y persiga al proxeneta y al putero, y a la vez eduque a la sociedad”, reclaman. Una legislación, recuerdan, que ya existe en otros países como Suecia o más recientemente Francia. Asimismo, la formación y sensibilización es clave para luchar contra la explotación sexual y la trata de seres humanos. “Se las considera mujeres de segunda y no lo son, pueden salir si tienen el apoyo necesario”, defienden.
Formación a partir de octubre a profesionales, familias y jóvenes
La Fundación Cruz Blanca y la subdelegación del Gobierno en Lleida han iniciado un proyecto conjunto que se extenderá por todas las comarcas leridanas y que se iniciará en octubre. Se harán dos sesiones por comarca. Una destinada a técnicos y profesionales de servicios sociales para detectar y saber cómo atender a las mujeres y una segunda a familias para explicar la realidad de las redes sociales y darles herramientas para supervisar los contenidos a los que acceden los jóvenes. “Reciben tanta violencia de la pornografía que tendrá consecuencias en sus relaciones sociales y sexuales, ya que querrán replicar esta pseudoeducación sexual en la vida real”, alerta Ribes. De hecho, la entidad, que trabaja en Lleida desde 2021, ya ha llevado a cabo formaciones en centros educativos como la UdL, el Institut Ronda y el Col·legi Episcopal para sensibilizar sobre la explotación sexual. “Los estudios indican que los niños acceden a la pornografía a los 8 años, por lo que es necesario explicar cómo actúan las redes sociales como captación para el acceso a este mundo de violencia hacia las mujeres y que puede acabar en una situación de prostitución y de trata de seres humanos”, explica.
La Paeria prepara una ordenanza para luchar contra esta práctica
La Paeria está trabajando en una nueva ordenanza para luchar contra la prostitución. Así lo aseguró el pasado jueves la concejala de Políticas Feministas, Carme Valls, en la jornada Prostitució i explotació sexual de dones, nenes i nens, que se celebró en el Teatre Municipal de l’Escorxador y reunió a unas 150 personas. Valls aseguró que “es importante transmitir el mensaje, desde una perspectiva de la vulneración de los derechos humanos, de que la prostitución es una forma de violencia sexual y genera una desigualdad estructural que sufren las mujeres y las niñas, especialmente las más vulnerables económicamente, como las mujeres migrantes y en riesgo de exclusión social”. La jornada contó con la ponencia de Kajsa Ekis Ekman, periodista y escritora sueca referente del activismo contra la prostitución. Ekis hizo un retrato de la situación legal de la prostitución en el mundo y aseguró que “con la ilegalización, el estigma que siempre ha recaído en la prostituta cambia de bando y pasa al proxeneta”. También participaron entidades como Apip-Acam y Cruz Blanca y se escucharon testimonios como el de Kamila Ferreira, autora del libro España, la Tailandia europea.