Condenan a un ladrón que huyó en calzoncillos al ser descubierto

La Audiencia de Lleida ha condenado a cuatro años y nueve meses de prisión a un hombre que asaltó en calzoncillos un piso de la calle Ronda Sant Martí cuando sus dueños dormían y, al ser descubierto, propinó un puñetazo a la inquilina. El condenado fue detenido en un solar a unos 200 metros de la vivienda, gracias a la geolocalización de la tableta sustraída. Todavía iba en ropa interior. El tribunal ha ratificado la sentencia del juzgado de lo Penal 1 de Lleida. Ha sido condenado por un delito de robo con violencia cometido en casa habitada, un delito leve de lesiones y debe indemnizar a las víctimas, representadas por Xavier Prats, de Prats Advocats, con 1.890 euros. El ladrón está encarcelado en Ponent.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 25 de agosto del año pasado y, según la sentencia, el ladrón escaló hasta una terraza contigua a la vivienda. Incluso movió una de las cámaras de seguridad para evitar ser grabado. “Procedió a quitarse la ropa, incluyendo los pantalones, para facilitar su comodidad y movilidad, restando vestido únicamente con unos calzoncillos de color blanco”, según el fallo. El ladrón accedió al piso por el balcón –al ser en pleno verano tenía la puerta del abierta- . Cogió dos móviles, una tablet y dinero que había en el comedor. La residente se despertó por el ruido y descubrió al ladrón, que “con la intención de huir, le propinó un puñetazo en el ojo izquierdo”, según la sentencia. Los gritos despertaron a su pareja, que persiguió al ladrón aunque este consiguió huir. La pareja llamó al 112. Dos patrullas acudieron al lugar. Pudieron geolocalizar la tablet, cuya señal se ubicaba a unos 200 metros, en la calle Assalt. Hasta allí acudió una dotación, que halló al presunto autor, “vistiendo únicamente unos calzoncillos blancos”, localizó los móviles y la tablet. 

El acusado aseguró en el juicio que se alojaba en el albergue pero, al estar cerrado, fue a la Seu Vella a dormir. Sobre su vestimenta, dijo que había “bebido y fumado mucho”. El magistrado de lo Penal le condenó a cuatro años y nueve meses de prisión por el robo con violencia cometido en casa habitada, a una multa de 480 euros por las lesiones y a indemnizar a las víctimas.

La defensa recurrió la sentencia ante la Audiencia alegando que no había pruebas suficientes. En este sentido, el tribunal afirma que “no ha aportado nada nuevo que permita modificar o desvirtuar el relato de los hechos probados. El tribunal recuerda que los Mossos encontraron sus huellas dactilares en el balcón de la vivienda y en la cámara de seguridad que movió”. También argumenta que “hallaron al acusado solo con el calzoncillo blanco, como describieron las víctimas”. Además, estaba en poder de los efectos sustraídos sin que el acusado facilitara una explicación mínimamente verosímil. Por todo ello, desestima el recurso y ratifica la condena de cuatro años y nueve meses de prisión. La sentencia ya es firme.