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La nueva junta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la capital ya tiene objetivos: mejorar la limpieza, la seguridad y la movilidad
La necesidad de mejorar este servicio será uno de los tres ejes principales de actuación de la nueva junta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la capital. Los otros dos son incrementar la seguridad castigando la multirreincidencia y facilitar la movilidad con transporte público
El 22 de septiembre acabó el plazo para presentar candidaturas a presidir la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lleida (FAV) y solo se presentó la que lidera su actual presidente, Toni Baró. Un cargo que ostenta desde el 2015 y que afronta este nuevo mandato, que para él será el último, con una renovación de los miembros de la junta y con tres objetivos: mejorar la limpieza, la seguridad y la movilidad. “Son los pilares en los que basaremos nuestras propuestas una vez tomemos posesión el 10 de octubre porque creemos que son las principales preocupaciones de los ciudadanos”, dijo Baró.
La nueva junta la conformarán Toni Baró; Pilar Sánchez (Mangraners); Montse Casadellà (partida Montserrat); Marisa Arias (Templers-Escorxador); Marisé Piñol (Pardinyes); Jordi Curcó (Jaume I); Montse Salvatella (Clot) Francesc Caballero (Balàfia); Rosa Maria Castillo (Balàfia); Dolors Comes (partida de Grenyana) y Francesc Montardit (partida de Vallcalent). “Es una junta con una importante presencia femenina y una buena representación del movimiento vecinal de Lleida”, aseguró su presidente.
La limpieza será uno de los caballos de batalla de la FAV, ya que Baró dice que es uno de los servicios que más quejas ciudadanas recibe. Considera que “en muchos casos, el servicio no está a la altura de los que pagamos y eso se debe revisar y preguntaremos a la Paeria qué mejoras prevé, ya que para los vecinos es deficitario”. Además del mal servicio, Baró también apunta a la ciudadanía por la suciedad de las calles, ya que “de nada sirve limpiar una zona para que a los 10 minutos esté llena de basuras, hace falta más educación y sanciones ejemplares para los incívicos”. Por ello, el presidente de la FAV reivindica que el ayuntamiento “debe tener más capacidad normativa para que, además de multas económicas, pueda imponer trabajos comunitarios a los que no pagan la sanción”. A día de hoy solo Barcelona o Madrid pueden aplicar sanciones penas y Baró critica que los ayuntamientos “están con las manos atadas”.
En cuanto a la seguridad, esta semana la FAV ya hizo un comunicado en el que solicitaba una reforma legislativa “que incluya cambios en las leyes penales que permitan una mayor prevención y sanción para los casos de reincidencia múltiple”. Un debate que ha alcanzado una dimensión estatal y que Baró considera que “se debe afrontar sin apelar a posturas radicales, pero es evidente que algo no funciona cuando una persona que acumula decenas de antecedentes en pocos meses sigue en la calle”. Más allá de las cifras, el presidente de la FAV dice que estas situaciones “generan en el ciudadano una sensación de inseguridad y hace creer que el delincuente tiene impunidad”.
Sobre la movilidad interurbana, Baró aboga por aumentar las frecuencias de buses, redefinir las líneas y adaptarlas a las necesidades del vecindario, así como buscar unas nuevas cocheras, ya que “las actuales están al máximo de capacidad”. En cuanto a las comunicaciones de Lleida con la provincia y Barcelona, Baró fue muy claro: “Debemos ser como Girona, con un Avant cada hora hacia Barcelona y una red de Rodalies para vertebrar un transporte público de calidad en toda la provincia, así como mejorar la línea de Binéfar y Monzón, que parece que la tenemos olvidada”.
Una federación con un importante peso rural y femenino
De las 36 asociaciones de vecinos que conforman la FAV, trece corresponden a partidas de l’Horta, “lo que nos da una visión más rural que contrasta con la de los barrios de la capital”, dijo Baró. Añadió que casi la mitad de las entidades de la FAV las presiden mujeres.