Piden más suelo industrial para el polígono El Segre, que tiene todas las parcelas llenas

Los empresarios del polígono industrial El Segre ven “necesaria” una ampliación del complejo, que cuenta con todas sus parcelas ocupadas, “porque las empresas que se quieren ampliar o las que quieren implantarse en Lleida no tienen espacio”. Lo explicó ayer Rafel Oncins, presidente de la asociación de propietarios del polígono, después de inaugurar la nueva potabilizadora que abastece a sus 228 empresas. “Los últimos estudios de la Cámara de Comercio alertan de una fuga de empresas hacia la Franja o hacia Barcelona”, indicó.

Los propietarios ven con buenos ojos el proyecto de la Paeria. El alcalde, Fèlix Larrosa, ayer afirmó de nuevo que “está en trámites la ampliación de 400.000 metros cuadrados del suelo industrial” en El Segre. Durante la inauguración de la potabilizadora, explicó que en los próximos años prevé extender la red de agua potable de la ciudad hacia las zonas indutriales para “avanzar en un sistema de red global” y garantizar el suministro en todo el nuevo suelo industrial previsto. “En el eje de la N-II habrá nuevo suelo y está en marcha el proyecto de Torreblanca”, detalló.Sobre el futuro polígono de Torreblanca, que ocupó gran parte de la reunión de Larrosa con el president Illa de la semana pasada, Oncins valoró que “parece que han vuelto a poner el acelerador” y se mostró optimista en recibir “buenas notícias” de cara a finales de año. El plan director del polígono está pendiente de aprobación por parte de la Generalitat.

Larrosa afirmó que “está en trámites la ampliación de 400.000 metros cuadrados de nuevo suelo industrial”

El polígono El Segre inauguró ayer su nueva potabilizadora, que unifica el acceso al agua potable para todas sus empresas, optimizando así los gastos. Con un presupuesto de 600.000 euros, ha sido costeada íntegramente por los propietarios del complejo. “Esperamos amortizar la inversión en diez años”, explicó Oncins, que aseguró que la puesta en marcha de la planta supondrá “un antes y un después” porque revierte una de las “deficiencias” del polígono durante sus 60 años de historia. La junta del polígono empezó a idear la planta en 2019, pero las obras no empezaron hasta mediados del año pasado por demoras burocráticas y el proyecto se tuvo que rediseñar para adaptarse a un nuevo Real Decreto sobre la calidad del agua. “Ha sido una carrera de obstáculos, pero ha merecido la pena”, aseguró Oncins.