Micología
Encuentran otra seta de récord en el Pirineo de Lleida: ¡un 'cep' de más de un kilo!
Toni Ballesté y su hija Éire encuentran un cep récord de 1,162 kg en el Pallars Sobirà, en un año marcado por lluvias generosas
La temporada de setas está en plena efervescencia en los bosques del Pirineo leridano, y los hallazgos excepcionales no se hacen esperar. Toni Ballesté y su hija Éire, de Massalcoreig, vivieron una jornada inolvidable el miércoles pasado en el Pallars Sobirà. Consiguieron encontrar un auténtico tesoro: un cep récord que pesaba 1,162 kilos.
Este hallazgo se suma a la de una vecina de Lleida, Núria Benseny, que la semana pasada localizó otro cep de dimensiones extraordinarias, de 21 centímetros de largo y 1,1 kilos de peso, en el macizo del Orri, situado dentro del Parque Natural del Alto Pirineo.
Lluvias generosas, temporada favorable
Les abundantes lluvias que han regado los bosques leridanos en las últimas semanas han propiciado unas condiciones óptimas para la aparición de setas. La humedad acumulada en el subsuelo ha dotado el terreno de las características ideales para que proliferen las micorrizas, las asociaciones simbióticas entre los hongos y las raíces de los árboles que dan lugar a las preciadas setas.
En un año lluvioso estándar, la producción media de setas suele oscilar entre los 50 y los 70 kilos por hectárea, aunque en determinadas zonas del Pirineo esta cifra puede dispararse hasta los 140 kilos por hectárea o incluso más. De momento, parece que las previsiones de los expertos, que vaticinaban una temporada "decente" muy por encima de las de los últimos cinco años, se están cumpliendo.
Inicio precoz de la campaña
Si bien la campaña micológica acostumbra a arrancar entre en septiembre y principios de octubre, este año las favorables condiciones meteorológicas han propiciado un comienzo más precoz. Los bosques ya están llenos de buscadores de setas y recolectores aficionados, cesta en mano, dispuestos a pasar largas jornadas en busca del anhelado botín.
Precauciones necesarias
No obstante, hay que recordar que la pasión por las setas también comporta riesgos. Los Bomberos piden precaución a la hora de adentrarse en el medio natural y recuerdan la importancia de ir "en condiciones correctas", es decir, bien equipados e informados. Año tras año, se registran numerosos rescates de buscadores de setas que se han perdido o han sufrido algún contratiempo.
Para disfrutar de una jornada segura y exitosa, se recomienda planificar bien la salida, llevar ropa y calzado adecuados, disponer de un mapa de la zona, hidratación suficiente y un teléfono móvil con batería. En caso de desorientación o accidente, llamar inmediatamente al 112.
A pesar de los riesgos, cada vez son más los catalanes que se animan a explorar los bosques en busca de setas. Esta actividad se ha convertido en una auténtica pasión para muchos, que ven en ella una forma de conectar con la naturaleza, hacer ejercicio y disfrutar de un producto gastronómico de excelente calidad.
Ferias, jornadas y exposiciones micológicas se suceden durante toda la temporada por todo el territorio, atrayendo tanto expertos como a novatos deseosos de aprender más sobre este fascinante mundo. Una muestra del arraigo de esta tradición en Cataluña.