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SANIDAD INFRAESTRUCTURAS

'Fuga' de parturientas del Arnau: la falta de intimidad lleva a mujeres de Lleida a dar a luz en otros centros

La falta de intimidad en el área de Obstetricia del hospital lleva a mujeres de Lleida a dar a luz en centros públicos de Igualada o Valls. Las matronas piden renovar la sala de dilatación y habilitar espacios individuales para evitar que haya hasta tres traslados durante el proceso del parto

Área de dilatación de Obstetrícia del Arnau, con ocho camas separadas por mamparas y cortinas.

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Lleida

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Desplazarse hasta 100 kilómetros para dar a luz fuera de Lleida es la elección forzada por la que optan mujeres que no quieren compartir un proceso tan íntimo con hasta otras siete parturientas en una sala de dilatación con boxes que solo están separados por mamparas y cortinas. 

Los ejemplos de Eva o Marta, dos leridanas que tuvieron a sus primeros hijos en Valls e Igualada y dieron a luz a su segundo hijo en el Arnau, constatan que “el equipo trabaja muy bien, pero las instalaciones no transmiten confianza y obligan a seguir un protocolo anticuado”, valora Marta. “Decidí dar a luz en el hospital público de Igualada porque aquí no tenía la tranquilidad de que se fuera a respetar el tipo de parto natural que quería”, añade.

Una de las matronas de la unidad del Arnau explica que “el área incumple el protocolo del departamento de Salud porque debemos desplazar a las mujeres tres veces durante el parto”. Además, “la falta de intimidad es tal que las mujeres dilatan mientras escuchan los gritos de otras, y cuando las cambiamos tenemos que pedir al resto de acompañantes que no se levanten para que no vean sus genitales”. 

Una de sus compañeras reclama una reforma integral del área con espacios individualizados donde se puedan llevar a cabo los tres procesos: dilatación, parto y postparto. Sin embargo, destaca que “trabajamos para estar cada día más formadas y ofrecemos servicios que no están en cartera, como impresiones de placenta”.

Asimismo, las matronas alertan de la falta de personal que sufren. “Deberíamos ser 5 por turno y en algunos casos somos 3 porque hay 8 compañeras de baja”, afirman. “La falta de matronas obliga a que los postpartos sean atendidos por enfermeras no especializadas, algo que se podría solucionar renovando la infraestructura”, añaden.

La vocal matrona del Colegio Oficial de Enfermeras de Lleida (COILL), Leyre Estallo, pide “voluntad política para poner a las mujeres en el punto de mira y un análisis con perspectiva de género que responda por qué todavía no se ha renovado una área clave en el momento más importante de su ciclo reproductivo”. Destaca que las infraestructuras del Arnau son las mismas que hace 35 años. “Las mujeres que están dando a luz en el Arnau nacieron en las mismas instalaciones”, añade.

Isabel Escuer, presidenta de Alleta, miembro de Llavors de Vincle y que durante muchos años dirigió un grupo de ayuda al nacimiento, señala que si el hospital invirtiera en mejorar este servicio “saldría ganando, habría menos complicaciones”. Recuerda que “lo último que se hizo hace muchos años fue habilitar habitaciones individuales para las que ya habían dado a luz”. La unidad de Obstetrícia del Arnau es la cuarta en número de nacimientos entre los hospitales públicos catalanes. 

La portavoz de CCOO Amparo Loren cifra en 2.100 los partos anuales que se atienden y considera que “no es necesaria una gran estructura para dar más intimidad, pero parece una unidad dejada desde hace mucho tiempo”.

Con 2.100 nacimientos al año, el Arnau es el cuarto que más atiende de entre los hospitales públicos

La gerencia incide en que “mientras las mejoras no sean efectivas, hay que destacar la competencia, implicación y compromiso de los profesionales del servicio, que ofrecen una atención excelente y garantizan los estándares de máxima calidad en la atención al parto y postparto”.

Plan “prioritario” para renovar el área de dilatación

La gerencia del hospital Arnau de Vilanova prevé reformar el área de dilatación del centro “a través de un plan prioritario a corto plazo”. Una portavoz explicó que el objetivo es “disponer de un espacio donde atender todos los procesos obstétricos y ginecológicos urgentes según los protocolos, guías y prácticas clínicas actuales, con confort para pacientes y profesionales, así como ofrecer una atención al parto respetuoso con la privacidad y comodidad de la gestante”.

Eva Berenguer: «Me sentía tan cohibida en el box que me costaba hablar»

Àrea de dilatació d’Obstetrícia de l’Arnau, amb vuit llits separats per mampares i cortines.

“Hace tres años, decidí tener a mi primer hijo fuera de Lleida por la falta de intimidad en los boxes del Arnau. Vivimos a diez minutos del hospital, pero decidimos dar a luz en el público de Valls porque buscaba confianza. Fue perfecto, en una habitación adaptada donde pude quedarme con mi marido y mi hijo hasta las dos horas posteriores al parto. Fue un regalo. Sin embargo, por problemas de logística no pudimos salir de Lleida para el parto mi segunda hija, y di a luz en el Arnau hace ocho meses. En el box me sentía tan cohibida que me costaba hasta hablar. Después me llevaron a una habitación para dilatar, y casi di a luz en la habitación. Me tuvieron que llevar corriendo en silla de ruedas mientras mi marido abría todas las puertas, pasando por delante de salas de espera mientras tenía contracciones. No me dio tiempo de ponerme en la cama, tuve a mi segunda hija de pie. Es muy bestia que hayamos normalizado que estas sean las condiciones en el único hospital público de Lleida que atiende partos. Sin embargo, el equipo me ayudó mucho e intentó que fuera lo más natural posible. Muchas madres no nos quejamos del servicio porque salimos contentas gracias al trato del equipo de matronas del Arnau.

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