En la nueva selectividad se restará un punto por ortografía, sintaxis y coherencia de los textos
Se tendrá en cuenta en todas las asignaturas
Una de las novedades de la nueva selectividad –las pruebas de acceso a la universidad– es que en todas las asignaturas se tendrá en cuenta la ortografía, sintaxis y la coherencia y adecuación de los textos de las respuestas de los estudiantes, que restarán hasta un punto de la nota final. Los docentes denuncian que no conocen los criterios exactos que se deben aplicar en este sentido y temen que pueden generar agravios comparativos en función de la exigencia de quien corrige. Argumentan que los alumnos se juegan “por centésimas” entrar en la carrera que desean y creen esta situación les puede perjudicar.
La incertudumbre respecto a los cambios en las pruebas de acceso a la universidad está comportando también nervios y quejas entre el alumnado, que también consideran que los nuevos modelos de examen deberían haberse hecho públicos mucho antes. El pasado viernes, el Sindicato de Estudiantes convocó huelga y manifestaciones de protesta, que también fueron seguidas en Lleida. La selectividad está prevista los días 11, 12 y 13 de junio en Catalunya, una semana más tarde que en el resto de autonomías. Estas pruebas suponen el 40% de la nota de acceso a la universidad. El resto, corresponde al expediente de Bachillerato.
La Generalitat está explicando a los profesores, a través de videoconferencias y asignatura por asignatura, detalles sobre las nueva selectividad que se aplicará este curso, y la mayoría están molestos por el tipo de preguntas, más de relacionar conceptos y de argumentación, que comportarán tener que hacer cambios en la docencia con premura a para preparar a los alumnos. Los de castellano e historia son los más críticos y ambos colectivos preparan escritos exponiendo sus quejas, que harán llegar a la Generalitat.
En el caso de los de castellano directamente proponen que la nueva selectividad por competencias se retrase a 2026. Estos aseguran estar “indignados y frustrados” con los cambios, como la sustitución de las preguntas sobre argumentos de obras, porque que ya no hay lecturas obligatorias, por otras englobadas en el concepto de “saber literario”, en las que los estudiantes deberán identificar tópicos y figuras literarias en fragmentos de textos de cualquier género de entre mediados del siglo XIX y el XXI. Es decir, más temario. “Ni los profesores tenemos tiempo de prepararlos, ni los alumnos suficiente madurez”, indica una docente. También se añaden conocimientos sobre variantes dialectales, registros lingüísticos y reflexiones sobre prejuicios.