Desmantelan en la Mariola de Lleida dos cultivos de marihuana con 2.200 plantas

Los Mossos d'Esquadra han desmantelado esta semana dos plantaciones de marihuana ocultas en dos pisos de un bloque de la Mariola en Lleida, con un total de 2.200 plantas decomisadas. La operación, que se saldó con cuatro detenidos, tres hombres y una mujer, se inició de forma fortuita cuando la policía acudió a una de las viviendas por una supuesta pelea.

Al llegar al lugar, los agentes detectaron un fuerte olor a marihuana proveniente de una habitación cerrada con candado. Tras obtener una autorización judicial, el miércoles registraron la estancia y hallaron 65 plantas en un espacio habilitado para el cultivo, con la luz pinchada. Posteriormente, detuvieron al presunto encargado del cuidado de la plantación, relacionado con el propietario del piso.

Detenciones y registro del segundo piso

Tras finalizar el primer operativo, una patrulla que seguía en la zona observó cómo un grupo de personas cargaba bolsas llenas de marihuana en una furgoneta frente al bloque. Lograron detener a uno de ellos, mientras que un hombre y una mujer se encerraron en el piso ubicado encima del registrado horas antes. Al acceder a la vivienda, los agentes encontraron que todas las habitaciones estaban preparadas para el cultivo de la droga.

Los dos sospechosos intentaron escapar por la fachada, entrando a un piso de la planta superior, pero finalmente se entregaron ante la presión policial. En el interior de la furgoneta, los Mossos localizaron 21 bolsas con un centenar de plantas de unos 60 centímetros de altura.

Desmantelamiento de la segunda plantación

En el registro del segundo piso, realizado ayer en presencia de los detenidos, de entre 31 y 41 años y tres de ellos con antecedentes, se descubrieron cerca de 2.000 plantas de marihuana en diferentes estados de crecimiento, algunas en proceso de secado. La vivienda contaba con una completa instalación de lámparas, transformadores, ventiladores, extractores y filtros, y también tenían la luz pinchada.

Para desmantelar el cultivo, los Mossos utilizaron una camioneta situada bajo el balcón y las ventanas del piso, desde donde arrojaron ventiladores, focos, cableado y otro material, todo ello ante la atenta mirada de los vecinos de la zona.