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PSC y Junts aprueban subir la tasa de la basura y la congelación del IBI en Lleida

Culpan al gobierno anterior de no hacerlo antes y la oposición ve abusivo el aumento

Momento en que el PSC y Junts votan a favor de aprobar las ordenanzas fiscales del próximo año. - MAGDALENA ALTISENT

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El pleno de la Paeria de Lleida aprobó ayer las nuevas ordenanzas fiscales para el próximo año con los 14 votos que suman los del gobierno del PSC (9) y el grupo de Junts (5). El IBI y otros impuestos como el ICIO o el IAE quedarán congelados, mientras que la tasa de la basura sufrirá un fuerte incremento que volverá a repetirse en 2026.

El ayuntamiento de Lleida aprobó ayer gracias a los votos del gobierno del PSC y del grupo de Junts las ordenanzas fiscales del 2025, que prevén una importante subida de la tasa de basuras que volverá a repetirse en 2026, así como la congelación del IBI y otros impuestos como el ICIO o el IAE. Unas tasas que salieron adelante por una ajustada mayoría de 14 votos a favor (9 del PSC y 5 de Junts) frente a los 13 en contra del resto de la oposición (PP, ERC, Vox y Comú), que calificaron de “abusivo” y “desproporcionado” el aumento de la tasa de basura y pidieron congelarla o compensarla con rebajas en otros impuestos municipales.

La tasa de basuras del próximo año tendrá una tarifa base de 81,05 euros anual en toda la ciudad y otra variable en función del tamaño de la vivienda: para las de hasta 100 metros cuadrados será de 13,85 euros (94,40 en total); para las de entre 100 y 170, de 30,55 (111,60 euros en total) y para las de más de 170 metros, de 47,30 (128,35 euros en total). Para las zonas con puerta a puerta la tarifa variable será inferior y en l’Horta todos los vecinos pagarán 66,95 euros. Hasta ahora la tasa se calculaba mediante un sistema de tarifas por categorías de calles y el cambio de modelo comportará que vecinos que estaban en las calles con los niveles más bajos verán triplicado su recibo en 2025 respecto al de este año. 

La teniente de alcalde de Buen Gobierno, Carme Valls, culpó al gobierno anterior de ERC y Junts de no haber aplicado antes una subida progresiva, y recordó que Europa les obliga que en abril de 2025 lo recaudado por la tasa cubra todo el servicio. “Retrasar esta medida no fue una buena decisión”, dijo Valls, que añadió que, incluyendo bonificaciones, en 2025 la tasa irá de los 23 a los 128 euros y puso como ejemplo que “una peluquería de Rambla Ferran pagará 48 céntimos al día y una pescadería del Secà, 61”. 

La portavoz de Junts, Violant Cervera, y la edil Neus Caufapé también criticaron al gobierno anterior recordando que “en 2018 se definió un calendario para cumplir la ley y en 2022 los municipios ya tenían la norma, ¿por qué no lo hemos hecho antes como otros municipios? Todos somos responsables de esta situación”, aseguraron Cervera y Caufapé, que destacaron que gracias a sus propuestas lograron bajar el IBI en 2024 y congelarlo en 2025.

El jefe de la oposición y del PP, Xavi Palau, dijo que estas ordenanzas son “la mayor subida de impuestos de la historia”. Detalló que “el 80% de los vecinos de Mangraners, Secà o Barri Antic pagarán un 80% más de basuras, así como el 100% de los locales” y recordó que en 2019 el PSC en la oposición criticó una subida de las basuras por no ser progresiva. La portavoz de ERC, Jordina Freixanet, pidió congelar la subida de la tasa “y debatirla junto con el nuevo contrato” para evitar “una subida injusta y desproporcionada” y acusó al gobierno de “confundir igualdad con equidad”. 

El edil de Vox, Josep Roca dijo que eran unas “ordenanzas letales” y un rodillo para la ciudadanía, mientras que la del Comú, Laura Bergés, pidió compensar la subida de las basuras bajando un 6% el IBI y acusó a PSC y Junts de “justificar una subida de impuestos diciendo que lo obliga una ley europea”.

Luz verde a la Zona de Bajas Emisiones, que entrará en vigor este enero

El pleno extraordinario para aprobar las ordenanzas fiscales fue sucedido por otro para dar luz verde al nuevo plan de movilidad y la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el Centro Histórico a partir del próximo 1 de enero. La teniente de alcalde de Movilidad, Cristina Morón, detalló que el plan “es el documento genérico que sentará las bases de la nueva movilidad de la ciudad” y que quieren que la implementación de la ZBE ayude a reducir la contaminación, pero también que comporte “las mínimas molestias y el máximo consenso posible”.El líder del PP, Xavi Palau, dijo del plan de movilidadque “sobre el papel, suena bien” y que en este aspecto el PSC “ha hecho más trabajo en 15 meses que Junts en 4 años, cuando tenía la cartera de movilidad”. 

El portavoz de ERC, Juanjo Falcó, calificó de “cobarde” la propuesta de ZBE y que “llega tarde, mal y con incumplimiento”, ya que aseguró que no cumplió los procesos de participación ciudadana fijados por ley. Sin embargo, el secretario municipal dijo no ver “ningún impedimento legal” para votar el expediente. Desde Junts, Violant Cervera y David Melé recordaron que el plan prevé 22 millones en inversiones y agradecieron la labor del anterior edil de Movilidad, Joan Ramon Castro. 

La portavoz de Vox, Gloria Rico, calificó de “gran farsa” la ZBE y que solo tiene afán recaudatorio. Su homóloga del Comú, Laura Bergés, criticó que la ZBE “se aplica en la zona con menos tráfico, con excepciones y dejamos su ampliación para después de las municipales de 2027”. El plan de movilidad se aprobó con los votos de PSC, ERC y Junts, la abstención de PP y Comú y el voto en contra de Vox. La ZBE se aprobó con el sí de PSC y Junts y el rechazo del resto de la oposición.

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