La renta cae a Lleida mientras suben población y contribuyentes: la brecha económica se ensancha

Les desigualdades económicas son cada vez más evidentes en la ciudad de Lleida, con una brecha creciente entre los barrios más acaudalados y los más desfavorecidos. Según los últimos datos de la Agencia Tributaria, la renta media en la capital del Segrià ha caído más de mil euros entre las campañas del IRPF de 2021 y 2022, pasando de 32.413 a 31.335 euros.

Este descenso de la renta media se explica, en parte, por un incremento en el número de habitantes y contribuyentes en la ciudad. Entre los dos ejercicios analizados, la población leridana creció de 140.797 a 143.094 personas, mientras que el número de contribuyentes aumentó de 79.860 a 81.497, y el número de declarantes pasó de 73.405 a 75.179. Así pues, con 2.297 nuevos vecinos, hubo 1.637 nuevos contribuyentes y 1.774 declarantes.

Ciutat Jardí, el barrio más rico de Lleida

Les diferencias entre los barrios son notorias, con Ciutat Jardí al frente, presentando una renta media bruta de 58.212 euros, casi el doble de la media general de la ciudad, que se sitúa en 31.335 euros. Esta cifra evidencia una segregación económica creciente, donde las zonas con más antigüedad y precios de vivienda más bajos concentran los niveles de renta más bajos.

Según el economista Pere Enciso, la estructura socioeconómica de un barrio depende de la antigüedad de la vivienda y de su precio. Mientras Ciutat Jardí atrae un perfil de población con ingresos elevados, otras áreas de Lleida se ven afectadas por una mayor concentración de bajos ingresos y multiculturalidad.

Los menores niveles de renta media, por debajo de los 29.000 € anuales, se concentran en las áreas de Rambla Ferran, Estación de Renfe, Príncipe de Viana oriental, el Clot, Magdalena, Barrio Antiguo, Balàfia y Pardinyes. Estas zonas también presentan las densidades más altas de contribuyentes que ganan menos de 21.000 euros al año y donde la mutación cabe a la multiculturalidad se hace más evidente.

Según el economista Pere Enciso, en la ciudad hay foco de segregación y concentración de bajos ingresos, aunque todavía no es una cosa exagerada. Estas tendencias también se aprecian en el interior de los distritos, donde se ven zonas desiguales con mucha diferencia entre las de nueva expansión urbanística y las antiguas

El distrito más acaudalado pierde 50 posiciones en un año

A pesar de ser el barrio más rico de Lleida, Ciutat Jardí ha sufrido una bajada significativa en la clasificación estatal de rentas medias que estima la Agencia Tributaria a partir de los datos del IRPF. Entre los ejercicios del 2021 y el 2022, pasó del segundo lugar al número 52, con una caída de la renta media bruta de sus contribuyentes de 102.360 euros a 58.212 euros, una merma de 43 puntos.

Según los expertos, este tipo de variaciones acostumbra a responder a la llegada o la salida de vecinos con elevados ingresos. La movilidad de los residentes con rentas altas puede tener un impacto significativo en las estadísticas económicas de un barrio.

La tendencia a la baja de la renta media a Lleida no es un fenómeno nuevo. En los últimos años, la ciudad ha experimentado un crecimiento demográfico notable, con la llegada de población inmigrada y joven que, en general, tiene ingresos más bajos. Eso ha contribuido a una disminución gradual de la renta media, a pesar del aumento en el número de contribuyentes y declarantes.

Además, la crisis económica derivada de la pandemia de la COVID-19 también ha tenido un impacto negativo en las rentas de muchas familias leridanas, especialmente en los sectores más vulnerables. La recuperación económica es todavía incierta y desigual, cosa que podría agravar las desigualdades existentes entre los barrios de la ciudad.

La situación de Lleida no es única en Cataluña. Otras ciudades y regiones del país también se enfrentan a retos similares con respecto a la desigualdad económica entre barrios y grupos sociales. La polarización de las rentas es un fenómeno creciente en todo el territorio, con una concentración cada vez mayor de la riqueza en determinadas áreas y una precarización de las condiciones de vida en otros.

Eso plantea la necesidad de implementar políticas públicas que promuevan una distribución más equitativa de los recursos y oportunidades, así como medidas específicas para la cohesión social y el desarrollo equilibrado de los barrios. La lucha contra la desigualdad es uno de los grandes desafíos para la sostenibilidad y el bienestar de las ciudades catalanas en el futuro próximo.

Les últimas datos de la Agencia Tributaria muestran una caída de la renta media en Lleida, a pesar del aumento de la población y los contribuyentes. La ciudad presenta una brecha económica creciendo entre sus barrios, con Ciutat Jardí al frente y una concentración de rentas bajas en otras zonas. Esta situación refleja un problema más amplio de desigualdad en Cataluña, que requiere políticas públicas para promover una distribución más justa de los recursos y oportunidades.