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Investigan una macroestafa piramidal de 3 millones de euros a 31 inversores de Lleida

Un juzgado de Lleida acumula tres querellas por una presunta macroestafa piramidal que ha afectado a decenas de inversores. Hay víctimas que han perdido todos sus ahorros. Una soal ha perdido 600.000 euros. 

El caso lo investiga el juzgado de Instrucción número 1 de Lleida. - JORDI ECHEVARRIA

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Un juzgado de Lleida se encuentra investigando una supuesta macroestafa piramidal que ha dejado a 31 inversores leridanos con pérdidas por valor de 3 millones de euros, según ha podido saber SEGRE. Hasta el momento, se han presentado tres querellas contra los presuntos autores del fraude, identificados como O.A.R.M., J.G.G. y A.M.D., quienes también están siendo investigados por juzgados de otras demarcaciones y ciudades españolas como Tarragona, Bilbao, Málaga, Madrid, Huelva y Pamplona.

Entre los afectados, cuyas edades oscilan entre los 55 y 86 años, se encuentran profesionales liberales, funcionarios de diversos sectores y pensionistas que han visto cómo todos sus ahorros se esfumaban en operaciones inversoras ficticias. Uno de los inversores leridanos ha perdido alrededor de 600.000 €, lo que da una idea de la magnitud de la estafa.

Modus operandi de los estafadores

Según han relatado los afectados, el modus operandi de los presuntos estafadores era siempre el mismo. Se presentaban como expertos financieros y se ganaban la confianza de sus víctimas a través de reuniones y comidas. A continuación, les ofrecían inversiones supuestamente carentes de riesgo, con altas rentabilidades y supervisadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), cuando en realidad todo era un engaño.

Una vez captados los primeros inversores, los estafadores utilizaban a sus víctimas para atraer a nuevos "inversores" entre sus familiares y conocidos, ampliando así el círculo de afectados. Les aseguraban que siempre podrían recuperar el capital invertido, pero la verdadera intención era apropiarse de todas las cantidades recibidas, que eran desviadas a destinos desconocidos.

Investigación policial y judicial

La Unidad de Investigación de los Mossos d'Esquadra en Lleida ha elaborado un informe en el que se concluye que "de la exhaustiva y meticulosa descripción de los hechos efectuada por los querellantes, esta instrucción considera que todos los documentos aportados sostienen ampliamente las conclusiones de la querella y apuntan claramente a los querellados como los autores de los delitos que se les imputan".

Los perjudicados sospechan que puede haber más víctimas de esta estafa en la zona de Ponent y piden celeridad judicial para que los investigados acaben siendo juzgados y puedan recuperar sus ahorros. Critican "la lentitud de la instrucción, puesto que tras más de dos años y medio de interponerse la primera querella alguno de los presuntos estafadores todavía no ha prestado declaración, con el riesgo de con esta demora las víctimas puedan perder definitivamente su dinero".

Sociedades pantalla y vaciado de cuentas

Las sociedades a las que los inversores realizaban las transferencias estaban administradas por los querellados, quienes retiraban el dinero en efectivo nada más recibirlo, según las víctimas. Posteriormente, descubrieron que ninguna de esas empresas estaba inscrita ni autorizada por la CNMV para operar, por lo que incluso en el caso de que realmente se hubiesen dedicado a gestionar inversiones, lo habrían hecho de forma irregular y fraudulenta.

Al parecer, estas sociedades daban una apariencia de regularidad, presentando declaraciones fiscales y cuentas al Registro Mercantil, hasta que dejaban de ser útiles para los estafadores. En ese momento, eran liquidadas y extinguidas de forma precipitada e irregular. Los denunciantes afirman que todos los folletos y documentos que recibían eran simples señuelos para captar su dinero y generar la confianza suficiente para que realizaran las disposiciones patrimoniales.

Vaciado de las cuentas en cuanto ingresaban el dinero

Las sociedades a las que los inversores efectuaban las transferencias estaban administradas por los querellados quienes, nada más efectuarse, lo retiraban en efectivo, distrayéndolo a destinos desconocidos, según los querellantes. Posteriormente, descubrieron que “ninguna de las sociedades estaba inscrita ni autorizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para operar tales servicios, de forma que incluso en el caso de que se hubiesen dedicado verdaderamente a gestionar las inversiones que ofertaban, lo habrían hecho de forma totalmente irregular y fraudulenta”. 

Al parecer, estas sociedades les daban una apariencia de regularidad y presentaban las correspondientes declaraciones fiscales y cuentas al Registro Mercantil hasta que dejaban de tener utilidad para los querellados, momento en el que han ido siendo liquidadas y extinguidas de forma precipitada e irregular. Según los denunciantes, todos los folletos y documentos que les enviaban o entregaban eran meros “señuelos o cebos” para captar el dinero de las víctimas y crear en ellas el engaño suficiente para que llevaran a cabo las disposiciones patrimoniales y diseñaban sus falsas ofertas de inversión inspirándose en operaciones reales, lo que les daba credibilidad.

Las estafas piramidales en España

Las estafas piramidales, también conocidas como esquemas Ponzi, son un tipo de fraude que atrae a los inversores prometiéndoles grandes beneficios, supuestamente generados por inversiones o negocios legítimos. Sin embargo, en realidad los rendimientos que reciben los primeros participantes proceden del dinero aportado por los nuevos inversores que se van incorporando.

​Estos esquemas fraudulentos terminan colapsando cuando no se consiguen suficientes participantes nuevos y el flujo de dinero se interrumpe, dejando a la mayoría de los inversores con grandes pérdidas. En España, se han destapado varios casos de estafas piramidales en los últimos años, aprovechando la falta de cultura financiera de muchos ciudadanos y la búsqueda desesperada de altos rendimientos en un contexto de bajos tipos de interés.

La presunta macroestafa piramidal investigada por un juzgado de Lleida es un ejemplo más de los fraudes financieros que siguen produciéndose en España. Con un modus operandi basado en la captación de inversores a través de falsas promesas de alta rentabilidad y nulo riesgo, los estafadores han conseguido apropiarse de los ahorros de decenas de personas, muchas de ellas de avanzada edad. 

Las víctimas reclaman celeridad judicial para que los responsables sean juzgados y puedan recuperar su dinero, mientras los investigados siguen siendo objeto de pesquisas en varias ciudades españolas por hechos similares. Este caso debe servir para concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de extremar la precaución ante ofertas de inversión demasiado atractivas y de denunciar cualquier sospecha de fraude a las autoridades competentes.

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